Cuando no se logra el embarazo con la reproducción asistida convencional debido a una pobre fertilización ovular repetida o fallo en la fertilización, anomalías genéticas ovulares, falla ovárica prematura o se tiene el deseo de maternidad en la etapa post-menopáusica, una alternativa es la donación ovular.
Las causas por las cuales una mujer no puede utilizar sus propios óvulos son muy variadas. Entre ellas destacan cuando el ovario deja de producir óvulos por razones naturales en pacientes mayores de 40 años (menopausia) y menores (menopausia prematura), cuando la paciente se le han extirpado los dos ovarios o cuando aquellas que a pesar de ovular la calidad de los óvulos es defectuosa. Existen además algunas enfermedades de tipo cromosómico que la mujer puede transmitir en caso de utilizar sus propios óvulos, por lo que es preferible la donación.
Características para la donación de óvulos
Las mujeres que donan óvulos deben poseer varias características, como ser menores de 35 años, tener un historial negativo para enfermedades de transmisión genética, buen nivel intelectual y estabilidad psicológica.
Además, se les realizan estudios para comprobar su buen estado físico y mental, que incluye análisis de cromosomas (cariotipo), resultados negativos para enfermedades de transmisión como SIDA y hepatitis y valoración psicológica, entre otros. Por supuesto, las características físicas mayores de donadora y receptora deberán coincidir.Las donantes reciben un tratamiento encaminado a la formación de varios óvulos con un protocolo en el cual se administran tres tipos de medicamentos. El primero para controlar los óvulos de todo estímulo interno y poderlos recuperar en el ovario antes de que sean liberados. El segundo es el encargado de estimular el ovario más de lo habitual, con el fin de obtener varios óvulos en un ciclo de tratamiento y poder tener mayores posibilidades de embarazo en la receptora. El tercero finaliza la maduración de los óvulos. Las donantes son valoradas por ultrasonido en repetidas ocasiones para verificar número y tamaño de los folículos que contienen los óvulos. Cuando éstos están maduros, se realiza la extracción mediante una punción vaginal guiada con ultrasonido en quirófano y con la paciente dormida mediante anestesia suave o sedación. Una vez recuperados los óvulos, pasan al laboratorio de reproducción para su identificación, cultivo e inseminación con el semen del compañero de la receptora.
Una vez obtenidos los óvulos y fertilizados en el laboratorio permanecerán entre dos y cinco días dentro de las incubadoras para valorar su desarrollo. La transferencia de embriones es un procedimiento sencillo y que habitualmente no requiere la utilización de anestesia.
Las posibilidades de embarazo con esta técnica son muy alentadoras, ya que entre 40 y 50 % de las mujeres lo logran en cada intento o transferencia. Si alguna no tiene éxito la primera vez, se puede intentar nuevamente sin un límite. Después de cuatro intentos la mayoría lleva a feliz término el tratamiento. De todos los embarazos que se consiguen, 10% serán múltiples, por lo que es importante no transferir una cantidad excesiva de embriones para evitar los de alto orden (trillizos, cuatrillizos, etc.)
Desde | In vitro
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