Sarah Capewell dió a luz a su hijo prematuro de cinco meses, los ‘médicos’ se negaron a prestarle atención ya que según los protocolos en la medicina británica, sólo prestan atención médica al nacido a partir de las 22 semanas de gestación.
Capewell declaró que los médicos se negaron a atender a su hijo que vivió unas dos horas. El recien nacido respiraba articulaba piernas y brazos y su corazón latía. Se negaron a llevarlo a la Unidad de Cuidados Especiales, diciendo a su madre que : tratarían de salvarlo si hubiese nacidos dos días después.
Dice la madre: “Yo llamaba a los doctores pero la enfermera me dijo que no vendrían a ayudarme y tratara de disfrutar del tiempo con mi hijo”.
El bebé finalmente falleció a las dos horas de nacer en brazos de su madre. Tampoco a ella le prestaron el servicio como debieran hacerlo durante y después del parto, siempre alegando que no estaba embarazada de 22 semanas. Ya estaba advertida, de que el parto podria ser un aborto ya que según los médicos habria tenido cinco. Después de la muerte de su hijo suplicó en el hospital que le diesen certificado de defunción y de nacimiento para poder celebrar un funeral. Como curiosidad, Sarah Capewell hace dos años tuvo una hija que nació a las 21 semanas y que sí recibió asistencia médica ya que los sanitarios pensaron que tenía una semana más, aclara la madre.
Dos años atrá, una bebé prematura llamada Amillia Taylor nacía en Florida con tan solo 21 semanas y 5 días de gestación. Amillia tiene ya casi 3 años y crece con normalidad. Es la bebé más prematura que ha sobrevivido.
Desde | El nuevo Alcazar
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