La incapacidad del bebé para agarrarse correctamente al pecho mientras mama es uno de los problemas más frecuentes de la lactancia. Esto ocurre básicamente durante las primeras horas de vida del niño, pero es una cuestión que debe solucionarse rápidamente para que el bebé pueda alimentarse de forma adecuada.
A veces el hecho de que el bebé recién nacido no pueda engancharse correctamente al pecho de la madre se debe a la forma del pezón, que es demasiado plano, grande o está invertido. Puede ocurrir también que el bebé haya nacido con la boca demasiado pequeña o con el frenillo de la lengua muy corto.
Si uno de estos supuestos -o la combinación de ellos- es el problema que impide que el bebé tome el pecho, necesitarás la ayuda de un experto que te explique cómo actuar. Hay que lograr que el pezón entre en erección para que el pequeño pueda agarrarse a él correctamente. Tú misma puedes estimularlo.En el caso de un frenillo corto, un simple cortecito realizado por el médico podría solventar el problema.
El problema puede deberse también a un pecho demasiado duro o hinchado. Lo que hay que hacer en este caso es sacar un poco de leche para que la areola quede blanda y moldeable. Pon a tu hijo a mamar con frecuencia para que tus pechos se acostumbren y no lleguen a estar nunca demasiado llenos.
Desde | Cuidado infantil
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