domingo, 20 de septiembre de 2009

Las pesadillas y el terror nocturno: diferencias

Tanto las pesadillas como los terrores del sueño son trastornos del sueño. En ambos casos tu bebé no podrá dormir tranquilo.

Suelen presentarse entre los 2 y 6 años de edad y desaparecer al lograr madurez del bebé.

Pero, lo que hace que se diferencien es la intensidad y el tiempo en que se producen:

*El terror nocturno se dan durante la primera mitad de la noche, cuando el sueño es profundo; las pesadillas suelen ocurrir durante la segunda mitad de la noche o al final de la noche.
*El terror nocturno suele ser abruptos, en cambio las pesadillas es concreto.
*Cuando tu bebé tiene terror no se despierta. Los sustos, gritos y llantos lo hace en estado de inconciencia. En las pesadillas, estos malestares terminan con su despertar.
*En las pesadillas, tu bebé recuerda el mal sueño, puede contarlo, y luego se duerme. En los terrores infantiles, tu bebé no quedrá dormir.
*Las pesadillas suelen presentarse cuando hay inseguridad en casa.
*En cambio, los terrores nocturnos suelen ser causas de problemas más grandes como: el estrés, los conflictos familiares o la falta de sueño.

Mas diferencias.



PESADILLAS:


Son sueños con escenas que causan miedo y angustia.
Los síntomas se identifican con la ansiedad (sudoración, respiración agitada y llanto).
El despertar es completo.
El niño puede hablar sobre las escenas vividas.
El trastorno tiene lugar durante la madrugada.
El pequeño está consciente y puede ir en busca de sus padres.
Los padres pueden calmarlo mediante el diálogo.
La alteración emocional y el recuerdo del episodio perturbador son inconvenientes para que concilie de nuevo el sueño.
Este trastorno se puede sufrir también en la preadolescencia, adolescencia y etapa adulta.

TERRORES NOCTURNOS:

No son sueños que se puedan identificar, ya que nunca se recuerda lo ocurrido.
Pueden mostrarse síntomas de angustia y temor pero sin consciencia.
Aunque los ojos pueden estar abiertos, el niño sigue dormido.
No hay reacción a las palabras de los padres.
Pueden darse comportamientos motores como levantarse de la cama y corretear por la casa gritando o balbuceando.
El despertar es parcial al cabo de unos minutos.
Se dan durante el primer tercio de la noche, cuando el sueño es muy profundo.
Se pueden incrementar las reacciones de angustia a los intentos de despertar el niño o al intentar inmovilizarlo.
Lo habitual es que se duerman con facilidad después del episodio.

Desde | Mamás y Bebes Web

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