sábado, 12 de diciembre de 2009

Abuelos: nietos caprichosos y sobrealimentados?

En las familias en las que los padres trabajan fuera de casa a jornada completa, suelen ser los abuelos, y todavía más las abuelas las encargadas de cuidar a sus nietos y nietas varias horas al día; les llevan y les recogen del colegio e incluso les dan de comer. ¿Te es familiar esta situación?...
Los abuelos juegan un papel trascendental en la educación de vuestros hijos e hijas, pero ¿habéis hablado con ellos, entre otros temas, de su alimentación? Los abuelos deben conocer vuestras opiniones y vuestros deseos, para que podáis establecer una relación que sea beneficiosa para todas las partes, tanto para los niños como para los adultos.

Nietos "malcriados"

Es un comportamiento muy común entre los abuelos obsequiar a sus queridos nietos con chucherías o similares; una forma particular de expresarles su amor y su cuidado. El hecho de que los abuelos se comporten así con sus nietos es algo que casi con seguridad, vosotros los padres y madres conocéis, y muchas veces, con la intención de no molestar, no habláis del tema. Sin embargo, con esta actitud no estáis trasmitiendo precisamente unos buenos hábitos alimentarios, por lo que conviene que tratéis el tema con toda tranquilidad y que expreséis vuestro punto de vista. Y más aun si vuestro hijo o hija tiene exceso de peso.

Los abuelos, y todavía más las abuelas, que suelen ser las encargadas de su alimentación, han de ser conscientes de que si le da al niño más alimentos de los que necesita, o si éstos tienen muchas calorías, como las chuches, los bollos y similares, está contribuyendo a que engorde, e incluso a que sea un niño obeso.

¿Cuál es la solución?

Los abuelos han de poner de su parte, y aunque es lógico que quieran que sus nietos tengan cosas que les ponen contentos, no deben decir "sí" a todo, con el fin de no "malcriar" a sus nietos y volverlos muy caprichosos y malos comedores.

Los padres habéis de hacer entender tanto a los abuelos como a los niños que los dulces, los bollos, las chucherías, los refrescos y similares son alimentos que no conviene que tomen vuestros hijos cada día, siempre predicando con el ejemplo, y tratando de llegar a un acuerdo con ellos para que los reserven para ocasiones especiales.

¡Y recuérdales a los abuelos algo que probablemente ya saben, pero a lo que no le dan más importancia!

* Que estos alimentos tienen demasiado azúcar, muchos de ellos están compuestos exclusivamente de azúcar, además de innumerables aditivos, aromas, colorantes, saborizantes. ¡Y son una bomba de calorías!

* Que tienen que tener claro que no los pueden usar para complementar ni para sustituir una comida.

* Que son alimentos que le quitan el hambre al niño, le provocan caries y pueden ser responsables de su exceso de peso.

* Que los han de reservar para ocasiones especiales. Aunque no lo parezca, el niño disfrutará mucho más de ellos que si los come cada día.

Hoy comemos con los abuelos

¡Las croquetas de la abuela están buenísimas! ¿Pondrán de postre esa tarta con helado que tanto nos gusta? Seguro que han preparado menú como para un batallón, así pasa siempre.... La comida no sólo es un conjunto de calorías y de nutrientes, posee un valor simbólico, social y emocional, de hecho prácticamente todos los acontecimientos sociales giran en torno a ella (bautizos, cumpleaños, reuniones...).
Deleitarse con un gran menú de tanto en cuando, lejos de resultar perjudicial, puede ser incluso beneficioso desde un punto de vista emocional, no obstante puede ser motivo de conflicto en circunstancias concretas, fundamentalmente cuando falla la comunicación entre abuelos y padres.

¿Por qué se produce el conflicto?

Es un comportamiento muy común entre los abuelos obsequiar a sus seres queridos, nietos e hijos, con todo aquello que más les gusta; una forma particular de expresarles su amor y su cuidado. También es posible que los abuelos piensen: "en casa seguro que no coméis lo suficiente", que ellos saben mucho mejor que vosotros, padres y madres, qué significa comer bien, o bien lo hacen porque no os ven muy a menudo y quieren ofreceros lo que más os gusta, como compensación ante la angustia que sienten por no teneros cerca tanto tiempo como quisieran. Ante esta situación, vosotros los padres podéis sentiros mal porque interpretáis que los abuelos les dan algo de lo que vosotros nunca tenéis tiempo como para dar a vuestros hijos de normal en casa, o porque los hábitos de alimentación de los abuelos se contradicen completamente con los vuestros, o bien porque alguno de vuestros hijos o hijas tiene un problema de sobrepeso u obesidad, y así va a ser imposible hacer que aprendan a ponerse límites con la comida.

Habla con ellos

El hecho de que los abuelos se comporten así, sobre todo con sus nietos, es algo que casi con seguridad, vosotros padres y madres conocéis, y muchas veces, con la intención de no molestar, no habláis del tema. Sin embargo, con esta actitud no estáis trasmitiendo precisamente unos buenos hábitos alimentarios, por lo que conviene que tratéis el asunto con toda tranquilidad y que expreséis vuestro punto de vista. Y más aun si vuestro hijo o hija tiene exceso de peso. Los abuelos, y todavía más las abuelas, que suelen ser las encargadas de su alimentación, han de ser conscientes de que si le da al niño más alimentos de los que necesita, está contribuyendo a que engorde, e incluso a que sea un niño obeso.

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