Denominamos crisis de lactancia, los estados en los que por unos motivos o por otros, aparece un desequilibrio en la OFERTA Y DEMANDA, es decir, entre la cantidad de leche que tu cuerpo fabrica, y la necesidad del bebé. El bebé insiste tomar pecho cada poco rato, y cuando se pone al pecho, estira el pezón, se enfada, llora desesperadamente.
Como siempre, la solución es ponerlo más veces al pecho, confiar en ti misma, tener paciencia, estas haciendo una labor para la que tu cuerpo está perfectamente preparado, que son crisis pasajeras, al cabo de uno o dos dias se regula la producción. Son momentos muy peligrosos.
Ante las lógicas dudas que nos invaden, no faltan diplomados en Lactancia que te dirán "no tienes suficiente leche" , "tu leche es agua" "tu leche no le alimenta". Todo eso no es cierto, tu cuerpo y el de tu hijo tienen que regularse, tu leche siempre es la mejor, y merece la pena superar estos primeros problemas para disfrutar plenamente de una lactancia larga, es un tesoro que está en tus manos.
Las crisis mas frecuentes son:
La primera crisis puede ocurrir después del parto con la bajada de la leche. Para evitarla debes ponerte el bebé al pecho lo antes posible y dejar que mama cuanto quiera y todo el tiempo que quiera.
La segunda crisis puede ocurrir durante el segundo més, alrrededor de los 40 días, cuando termina el puerperio y tu cuerpo vuelve a estar como antes del embarazo. Dura aproximadamente 48 horas (unas mujeres más otras menos). No te dejes influir por las dudas o los comentarios de terceras personas para dar el biberon, solo aumenta el número de mamadas, confia en ti y en tu instinto y toma el máximo liquido posible.
La tercera crisis puede ocurrir aproximademente durante el tercer més, durante el cual puedes ovular, tus senos disminuiran de tamaño y el bebé puede mamar apenas 5 minutos y tu pensar que está mamando poco. La leche adquiere entonces un alto valor nutritivo que hace disminuir la demanda de alimento. Para nada significa que tengas poca leche o que la leche no sea de calidad, TODO LO CONTRARIO, la leche ha alcanzado el nivel perfecto para una lactancia feliz y duradera. Tambien el bebé se ha convertido ya en un maestro, y es capáz, perfectamente, de vaciar un pecho en apenas unos minutos. Una vez más, CONFIA EN TI, EN TU CAPACIDAD Y EN TU BEBÉ.
Puedes pasar por las tres crisis, por una, por dos, o por ninguna, los más importante siempre es tener confianza en ti misma y en tu capacidad de amamantar a tu hijo, sabiendo que:
-Tu leche siempre es buena
-Que tu y tu alimento, estais siempre disponibles
-Que entre tu leche y tu hijo no hay nadie más que tu
-Que lo mejor y más completo para tu hijo es tu leche, no hay nada comparable, ni necesita nada más hasta los 6 meses
-Que tu alimento es el más digerible para tu hijo
-Que el vinculo afectivo que estais creando es indestructible
-Que amamantar te embellece
-Que amamantar es amar
Desde | SINA Valencia
La nota fue extraida del link anterior. Si tienes dudas o sugerencias sobre derecho de autor favor de remitirse a la liga mencionada con anterioridad.
1 comentario:
Buenísimo artículo, yo escribí uno hace como un mes sobre la sensación de no tener suficiente leche. Me parece que es un tema sobre el cual no se puede escribir demasiado, mientras más gente lo difunda mejor.
Es importantísimo que la mujer recupere la confianza en su cuerpo, en poder parir, en poder alimentar al bebé que se formó en sus entrañas... en lugar de dejarse llevar con comentarios estilo "dale un par de onzas luego de la toma, así descansas un poco", o "una ayudita de fórmula, porque el pobre se está quedando con hambre", o "¿le vas a dar teta otra vez? te está tomando el pelo..." o "te tiene de chupete..." o "eso es porque tu leche ya no lo alimenta" que lamentablemente toda madre ha tenido que oír alguna vez.
Un abrazo, y nos seguimos leyendo :)
Louma
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