sábado, 16 de diciembre de 2006

Principales riesgos durante el embarazo

Hay unas cuantas cosas, algunas más nocivas que otras, a las que las futuras madres deben estar especialmente atentas durante el embarazo. Su médico (u otro profesional de la salud) le dirá —o le facilitará información sobre— cuáles debe evitar por completo, cuáles debe reducir drásticamente, cuáles debe moderar o cuáles debe considerar atentamente durante el embarazo.

Alcohol

¿Debo evitarlo? ¡Sí! Aunque puede parecer que no pasa nada por tomarse un vaso de vino a la hora de la cena o una jarra de cerveza cuando se sale con los amigos, nadie ha determinado cuál es la "cantidad segura" de alcohol que se puede beber durante el embarazo. El síndrome alcohólico fetal (SAF) está provocado por el consumo de grandes cantidades de alcohol durante el embarazo. Cuál es esa cantidad en comparación con una cantidad segura es algo que todavía no se sabe. Debido a esta incertidumbre, siempre es más sensato pecar de exceso de celo no probando el alcohol durante todo el embarazo.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé? El alcohol, una de las principales causas de anomalías congénitas, tanto mentales como físicas, tiene efectos más graves sobre un feto en proceso de desarrollo que la heroína, la cocaína o la marihuana.

El alcohol pasa fácilmente al feto, que no puede eliminarlo tan fácilmente como la madre. Esto significa que el cuerpo del bebé tiende a acumular concentraciones elevadas de alcohol, el cual permanece en su organismo durante períodos más largos que en el de la madre. Y tanto el consumo moderado de alcohol como las borracheras periódicas pueden dañar el sistema nervioso del bebé en proceso de desarrollo.

¿Qué puedo hacer al respecto? Si se había tomado unas cuantas copas antes de saber que estaba embarazada (lo que les ocurre a muchas mujeres), no se preocupe demasiado por ello. Pero lo mejor que puede hacer es no volver a probar el alcohol durante el resto del embarazo.

Si usted es alcohólica o cree que tiene un problema con la bebida, asegúrese de hablar sobre ello con su médico. Este necesita saber cuánto alcohol ha consumido y en qué momento del embarazo para hacerse una idea de cómo puede haberle afectado al bebé. Su médico también le podrá indicar dónde puede pedir ayuda para dejar de beber —por su propio bien y por el bien del bebé.

Cafeína

¿Debo evitarla y/o limitarla? Sí. Es sensato reducir o eliminar por completo la ingesta de cafeína. Los estudios indican que el consumo de más de 150 mg/día de cafeína (aproximadamente una taza y media de café) aumenta los riesgos durante el embarazo. Consumir menos de esa cantidad probablemente es seguro.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé? El consumo de dosis elevadas de cafeína se ha asociado a un incremento del riesgo de aborto.

¿Qué puedo hacer al respecto? Si tiene grandes dificultades para dejar de golpe el café, he aquí cómo puede empezar:

  • Reduzca el consumo a una o dos tacitas al día.
  • Reduzca gradualmente la cantidad de cafeína combinando el café descafeinado con el café normal.
  • Al final, deje por completo el café con cafeína.

Y recuerde que la cafeína no solo se encuentra en el café. El té verde y negro, los refrescos de cola y otros tipos de refrescos contienen cafeína. Pruebe a cambiarse a productos descafeinados (que, aunque es posible que sigan conteniendo cafeína, contienen cantidades mucho menores de esta sustancia) o a alternativas que no contengan cafeína.

Si se está preguntando si debe preocuparle el chocolate, que también contiene cafeína, la buena noticia es que puede darse ese capricho, aunque con moderación. Mientras que una taza de café contiene entre 95 y 135 mg de cafeína, una tableta de chocolate promedio solo contiene entre 5 y 30 mg. O sea que no pasa nada por consumir cantidades reducidas de chocolate.

Determinados alimentos

¿Hay algunos que debo evitar? Sí. Deberá evitar o limitar el consumo de aquellos alimentos que tienen más probabilidades de estar contaminados por bacterias o metales pesados. Los que debería evitar durante todo el embarazo incluyen:

  • quesos blandos no pasterizados (a menudo vendidos como “frescos”), tales como el feta, el queso de cabra, el brie, el camembert, los quesos azules y el queso fresco propiamente dicho

  • leche, sidra y zumos de frutas no pasterizados

  • huevos crudos o alimentos que contengan huevos crudos, incluyendo mousses, tiramisús, masa para hacer pastas sin cocer o insuficientemente cocida, ponches de huevo, helados caseros y salsa César para ensaladas.

  • pescado crudo o poco hecho (sushi), marisco o carne crudos o poco hechos

  • patés y otras pastas para extender derivadas de la carne

  • carne procesada, como salchichas, hamburguesas (estas deberán hacerse pasadas de fuego) o productos de charcutería.

Asimismo, aunque el pescado y el marisco pueden ser una parte sumamente saludable de la dieta durante el embarazo (contienen ácidos grasos omega 3, son ricos en proteínas y bajos en grasas saturadas), debería evitar comer:

  • tiburón
  • pez espada
  • caballa gigante
  • atún (no hay ningún problema si consume cantidades reducidas de atún enlatado, preferiblemente claro)

¿Cuáles son los riesgos para el bebé? Aunque es importante comer abundantes alimentos saludables durante el embarazo, también deberá evitar las enfermedades que pueden transmitir algunos alimentos, como la listeriosis, la toxoplasmosis y la salmonelosis, que se pueden contraer al ingerir los alimentos contenidos en la primera lista. Esas infecciones pueden poner en peligro la vida del feto y pueden provocar anomalías congénitas o abortos.

Y los pescados arriba mencionados pueden contener niveles elevados de mercurio, que pueden lesionar el cerebro del feto en desarrollo.

¿Qué puedo hacer al respecto? Asegúrese de lavar a conciencia todas las frutas y verduras, que pueden transmitir enfermedades o contener residuos de pesticidas. Y esté atenta a los alimentos que compra y a lo que come fuera de casa. Cuando elija alimentos de origen marino, coma un amplio abanico de pescados y mariscos y limite la cantidad ingerida a unos 350 gr por semana —aproximadamente dos raciones. Entre los pescados y mariscos de consumo habitual de bajo contenido en mercurio se incluyen: el atún claro enlatado, el pez gato, el abadejo, el salmón y los camarones. Pero, puesto que el bonito del norte contiene más mercurio que el atún claro, es mejor no ingerir más de 175 gr (o una ración) de bonito del norte a la semana.

Es posible que tenga que prescindir de unas pocas cosas durante el embarazo de las que suele disfrutar. ¡Pero imagínese en lo deliciosas que le sabrán dentro de 9 meses!

Limpiar el cajón de los excrementos del gato

¿Debo evitar hacerlo? Sí. El embarazo es el mejor momento para abstenerse de limpiar el cajón de los excrementos de su gatito. ¡Pero eso no significa que tenga que mantenerse alejada de su amada mascota!

¿Cuáles son los riesgos para el bebé? Hay una infección, denominada toxoplasmosis, que se puede transmitir a través de los excrementos de los gatos y que puede provocar problemas graves en el feto, incluyendo parto prematuro, retraso del crecimiento y graves lesiones oculares y cerebrales. Cuando una mujer embarazada contrae la enfermedad no suele presentar síntomas, pero puede trasmitir la infección al feto en desarrollo.

¿Qué puedo hacer al respecto? Pida a otra persona de la casa que se encargue de limpiar el cajón de los excrementos del gato y asegúrese de que lo limpia a conciencia y regularmente y que luego se lava las manos.

Medicamentos de venta con y sin receta médica

¿Debo evitarlos? Algunos —sí; otros —no. Hay muchos medicamentos que debería evitar a raja tabla durante el embarazo. Asegúrese de preguntarle a su médico qué medicamentos de venta con y sin receta puede tomar, aunque se trate de medicamentos de uso habitual.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé? Incluso algunos medicamentos de venta sin receta que suelen ser seguros cuando no se está embarazada están terminantemente prohibidos durante el embarazo por sus posibles efectos sobre el bebé. Algunos medicamentos de venta con receta también pueden ser nocivos para el feto en proceso de desarrollo. (El tipo de daño o lesión sobre el feto y el alcance del mismo dependerán del tipo de medicación.)

Asimismo, por inocuos que puedan parecer, los remedios naturales, las plantas medicinales y los suplementos alimenticios no están regulados por la FDA (Food and Drug Administration) de EE.UU. Esto significa que no deben cumplir ningún requisito de seguridad y, por lo tanto, podrían ser nocivos para el bebé.

¿Qué puedo hacer al respecto? Para asegurarse de que no toma nada que podría exponer al bebé a riesgos innecesarios, hable con su médico sobre:

  • cualquier fármaco que haya estado tomando hasta ahora —sea de venta con o sin receta médica— y pregúntele si es seguro que lo siga tomando durante el embarazo
  • cualquier cosa que le preocupe sobre remedios naturales, plantas medicinales, suplementos alimenticios y vitaminas.

Asimismo, informe a todos los profesionales de la salud que la traten de que está embarazada para que lo tengan en cuanta a la hora de recomendarle medicamentos y/o tratamientos. Si usted tiene que tomar regularmente algún medicamento para tratar alguna enfermedad o trastorno de carácter crónico, pregúntele a su médico si puede o debe seguir tomándolo durante el embarazo. Solo él podrá evaluar los riesgos y beneficios potenciales de continuar o interrumpir el tratamiento.

Si enferma (por ejemplo, contrae un resfriado) o tiene síntomas molestos o dolorosos (por ejemplo, dolor de cabeza) durante el embarazo, pregúntele a su médico qué medicamentos puede tomar y/o o qué tratamientos alternativos pueden ayudarle a encontrarse mejor sin necesidad de medicarse.

Drogas recreativas

¿Debo evitarlas? ¡Sí!

¿Cuáles son los riesgos para el bebé? Las mujeres embarazadas que consumen drogas pueden exponer a sus bebés al riesgo de:

  • parto prematuro
  • retraso del crecimiento
  • anomalías congénitas
  • problemas de comportamiento y aprendizaje

Y sus bebés pueden nacer habiendo desarrollado una adicción a las drogas que habían consumido sus madres durante el embarazo.

¿Qué puedo hacer al respecto? Si usted ha consumido drogas en algún momento durante el embarazo, es importante que informe a su médico. Aunque usted lo haya dejado, su bebé podría estar en situación de riesgo de desarrollar problemas de salud. Si usted sigue consumiendo drogas, hable con su médico para que le ayude a dejarlas. Algunos centros de salud y de planificación familiar pueden recomendarle profesionales de la salud, a bajo costo, que podrán ayudarle a superar la drogadicción y tener un embarazo más saludable.

Tabaco

¿Debo evitarlo? ¡Sí! ¿Verdad que no se le ocurriría encender un cigarrillo, ponérselo a su bebé en la boca y animarle a dar una calada? Por ridícula que pueda parecer esta escena, las mujeres embarazadas que siguen fumando están permitiendo que el feto fume también. La madre fumadora trasmite nicotina y monóxido de carbono al bebé en proceso de desarrollo.

Asimismo, usted debería mantenerse alejada de las personas que fuman, se trate de compañeros de trabajo, amigos, familiares u otros comensales en un restaurante (si en su región está permitido fumar en lugares públicos).

¿Cuáles son los riesgos para el bebé? Si una mujer embarazada fuma, esta conducta puede provocar:

Y los riesgos para el feto de que la madre sea una fumadora pasiva habitual incluyen bajo peso natal y retraso del crecimiento.

¿Qué puedo hacer al respecto? Si usted es fumadora, el hecho de quedarse embarazada puede ser una motivación adicional para dejar de fumar. Hable con su médico para que le aconseje sobre las distintas opciones existentes para abandonar el hábito tabáquico.

Si usted suele alternar con persona fumadoras, pídales educadamente que fumen en el exterior —y lejos si usted también está en el exterior. Y, por supuesto, utilice el área de no fumadores en los bares y restaurantes que dispongan de ella.

¿Y qué pasa con...?

Independientemente de que lo lea en un forum o chat de Internet sobre el embarazo, se lo diga la prima de la compañera de trabajo de su mejor amiga, o no sepa muy bien de donde ha sacado esa persistente duda, las preocupaciones sobre lo que se puede y no se puede hacer durante el embarazo abundan. He aquí toda la verdad sobre algunas de las preocupaciones más frecuentes que tienen las mujeres embarazadas.

Edulcorantes artificiales (sustitutos del azúcar)

¿Debo evitarlos? Aunque algunos no plantean ningún problema, hay uno en concreto cuya seguridad durante el embarazo no está del todo clara.

Se ha constatado que el consumo moderado de aspartamo, sucralosa y acesulfamo K es seguro durante el embarazo. De todos modos, debería evitar el aspartamo si usted o su pareja padece una infrecuente enfermedad hereditaria denominada fenilcetonuria, en la cual el organismo no puede descomponer el compuesto fenilalanina, que se encuentra en el aspartamo. En tal caso, usted debería evitar completamente el consumo de aspartamo puesto que su hijo podría heredar la enfermedad.

Pero todavía existen dudas sobre la seguridad del consumo de sacarina, contenida en algunos alimentos y vendida en forma de polvo o pastillitas como sustituto del azúcar, durante el embarazo —puede atravesar la placenta y almacenarse en los tejidos del feto. (Asimismo, un edulcorante denominado ciclamato fue prohibido en EE.UU. debido a su posible relación con el cáncer.)

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Aunque algunas personas han alegado que el edulcorante artificial aspartamo se asocia a anomalías congénitas, que van desde la esclerosis múltiple hasta la enfermedad de Parkinson, las autoridades gubernamentales y sanitarias de todo el mundo que han evaluado el aspartamo han constatado que es seguro para consumo humano, incluso durante el embarazo.

Investigaciones realizadas en la década de los setenta sugirieron que la sacarina consumida en grandes cantidades provocaba cáncer de vejiga en ratas de laboratorio. De todos modos, desde entonces estos estudios han sido cuestionados. Asimismo, en el año 2000 una etiqueta que avisaba sobre el riesgo de provocar cáncer se retiró de todos los productos que contenían sacarina.

¿Qué puedo hacer al respecto? En lo que se refiere al aspartamo, la sucralosa y el acesulfamo K, la clave está en la moderación. No pasa nada si se toma de vez en cuando un refresco light o dietético o alimentos sin azúcar que contengan estos edulcorantes artificiales. Pero si tiene un antojo de algo dulce, probablemente sea mejor que tome algo que contenga azúcar propiamente dicho en vez de un edulcorante artificial, siempre y cuando sea con moderación.

Si usted ya ha consumido sacarina durante el embarazo, no se obsesione con ello. Es sumamente improbable que cantidades reducidas de sacarina puedan hacerle algún daño al bebé.

De todos modos, sigue siendo sensato leer las etiquetas de los productos e intentar evitar —o por lo menos limitar— los alimentos que contengan edulcorantes artificiales (especialmente sacarina). Después de todo, ¡este será uno de los períodos de su vida en que tendrá un buen motivo para evitar los alimentos dietético! Y cuantos más alimentos naturales e integrales coma durante el embarazo, mucho mejor.

Pantallas de ordenador

¿Debo evitarlas? No. No hay ninguna prueba de que las pantallas de ordenador (también denominadas monitores) puedan provocar problemas al feto durante el embarazo.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Desde los años ochenta, se ha especulado mucho sobre los peligros de las pantallas de ordenador durante el embarazo debido a sus niveles de radiación, reducidos pero reales (campos electromagnéticos). Pero, según el National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH), que forma parte de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), no se ha podido probar que los monitores de ordenador provoquen bajo peso natal o partos prematuros.

¿Qué puedo hacer al respecto? No necesita hacer nada especial. No necesita dejar su trabajo de oficina o de sentarse a tres metros de la pantalla del ordenador y utilizar un vara extensible para escribir, puede estar segura de que no hay ningún problema en utilizar pantallas de ordenador durante el embarazo.

Viajar en avión

¿Debo evitarlo? No, a menos que su fecha de salida esté cerca del parto o el médico le diga que usted o el bebé tienen un problema médico que hace recomendable que no se aleje mucho de su lugar de residencia. Podrá viajar en avión hasta 4 semanas antes de la fecha probable de parto, y esto no obedece a que el hecho de volar en avión pueda provocar problemas sino a que, en caso de que usted entrara en trabajo de parto, sería mejor que estuviera cerca de casa.

No obstante, entre las mujeres embarazadas que no deberían viajar en avión se incluyen las que presentan alguno de los siguientes problemas:

  • hipertensión (tensión arterial alta) durante el embarazo
  • anemia falciforme
  • diabetes gestacional no controlada
  • anomalías de la placenta
  • riesgo de parto prematuro

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? En los embarazos sanos y sin problemas, no existen riesgos significativos. De todos modos, las mujeres con embarazos difíciles, sobre todo las que presentan problemas relacionados con el sistema cardiovascular, podrían tener complicaciones si viajaran en avión, por lo que es mejor que comenten sus planes de viaje con su médico.

¿Qué puedo hacer al respecto? Comente con su médico cualquier plan de viaje de larga duración o largo recorrido que tenga pensado hacer durante el tercer trimestre de embarazo, por si acaso. Si su médico le da el visto bueno, infórmese en la compañía aérea sobre la política relacionada con los vuelos durante el embarazo. (La mayoría de las compañías permiten viajar a mujeres embarazadas hasta que cumplen 36 semanas en los vuelos nacionales y 35 en los internacionales).

Para estar lo más cómoda posible durante el vuelo, puede ayudarle:

  • Mover las piernas regularmente y/o levantarse del asiento (sobre todo durante vuelos largos) para favorecer la circulación sanguínea y ayudar a prevenir la formación de coágulos.

  • Llevar vendas elásticas para prevenir la formación de coágulos y/o varices en las piernas.

  • Llevar abrochado el cinturón de seguridad durante todo el viaje, para reducir al mínimo los posibles golpes en caso de turbulencias.

Tintes para el pelo

¿Debo evitarlos? No. Según el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG), puesto que se absorbe una cantidad muy reducida de tinte a través de la piel, lo más probable es que teñirse el pelo sea seguro, a pesar de lo que solían aconsejar los médicos en el pasado. Es una buena noticia para muchas mujeres embarazadas —seguir tiñéndose el pelo puede ser un pequeño “chute” para la autoestima cuando todo lo que ocurre en el cuerpo parece escapar estar fuera de control.

Dicho esto, muy pocos estudios han analizado detenidamente los muchos tipos distintos de tratamientos capilares existentes y sus posibles efectos sobre el feto. Lo que sabemos hasta la fecha indica que lo más probable es que la mayoría de tratamientos capilares son seguros.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? En la actualidad, no se conoce ninguno.

¿Qué puedo hacer al respecto? Si sigue estando preocupada, pídale información a su médico sobre tintes de origen natural, en oposición a los de origen químico, que le permitirán obtener efectos similares sin ninguna preocupación añadida. Asimismo, en los reflejos se utilizan muchos menos productos químicos que en los tintes.

Ejercicios de alto impacto

¿Debo evitarlos? Sí. Para la mayoría de las mujeres embarazadas, el ejercicio de bajo impacto es una buena forma de encontrase mejor, tener mejor aspecto y preparar al cuerpo para el parto. A menos que su médico le indique lo contrario, limítese a practicar ejercicios de bajo impacto. Es sensato evitar algunos ejercicios y actividades, como:

  • levantamiento de pesas y carga de objetos pesados (después del primer trimestre)
  • abdominales y sentadillas (también después del primer trimestre)
  • deportes de contacto
  • submarinismo
  • saltos, botes y brincos
  • sacudidas (cualquier ejercicio asociado a sacudidas o movimientos del tronco hacia arriba y hacia abajo, como montar a caballo)
  • cambios bruscos de dirección (como los propios del esquí alpino).

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Los ejercicios de alto impacto pueden provocar un aumento de la presión sobre las estructuras que hay en el interior del útero, lo que puede provocar problemas como parto prematuro o hemorragias.

¿Qué puedo hacer al respecto? Algunos de los ejercicios saludables y recomendables para que una mujer embarazada se mantenga en forma incluyen andar, nadar, ejercicios aeróbicos realizados dentro del agua, yoga y método Pilates. Pero asegúrese de hablar con su médico antes de iniciar — o continuar— cualquier programa de ejercicios durante el embarazo.

Productos químicos de uso doméstico (productos de limpieza, pintura, etc.)

¿Debo evitarlos? Algunos —sí; otros — no. Aunque algunos productos químicos, como el amoníaco o el cloro, pueden provocarle náuseas por el olor, no son tóxicos, según la fundación March of Dimes, especializada en anomalías congénitas. Pero otros, como algunas pinturas, solventes, productos de limpieza para hornos, decapantes, ambientadores, aerosoles, productos de limpieza para alfombras, etc., pueden serlo.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Depende del producto. Algunos productos químicos de uso doméstico no tienen ningún efecto perjudicial sobre el feto, mientras que otros a dosis elevadas pueden ser nocivos.

¿Qué puedo hacer al respecto? He aquí algunos consejos sobre el uso de estos productos durante el embarazo:

  • Hable con su médico sobre cualquier duda o aspecto que le preocupe relacionado con los productos químicos que utiliza en el trabajo.

  • Lea bien las etiquetas de los productos antes de utilizar ninguno de ellos. Si no es seguro utilizar determinado producto durante el embarazo, en la etiqueta debería poner que es tóxico. Averigüe no solo si es seguro que usted lo utilice sino si es seguro que lo utilice otra persona cuando usted está cerca. Si no se especifica en la etiqueta, contacte con el fabricante.

  • Abra puertas y ventanas y utilice guantes de goma y mascarilla cuando limpie la casa o utilice algún otro producto químico.

  • Lávese las manos y los brazos, aunque se haya puesto guantes, después de utilizar cualquier producto químico.

  • Utilice productos naturales, como bicarbonato de sosa, bórax y vinagre para limpiar la casa.

  • Asegúrese de que otra persona se encarga de pintar la habitación del bebé, por mucho que le apetezca hacerlo a usted. Y no ayude bajo ningún concepto a retirar la pintura de su casa si esta se construyó antes de 1978 porque que podría estar pintada con pintura rica en plomo. A pesar de que muchas de las pinturas actuales se consideran más seguras que las que se utilizaban en el pasado, sigue siendo una buena idea dejar las tareas de pintura en manos de otra persona. ¡Usted siempre se podrá encargar de la decoración cuando se haya secado la pintura!

Insecticidas, pesticidas y repelentes de insectos

¿Debo evitarlos? Sí. Son tóxicos y las mujeres embarazadas deben mantenerse alejadas de ellos al máximo.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Aunque no existen pruebas de que el uso ocasional de insecticidas domésticos sea nocivo para el feto en proceso de desarrollo, es mejor pecar por exceso de celo que al revés. Niveles elevados de exposición pueden provocar:

  • aborto
  • parto prematuro
  • anomalías congénitas

Como ocurre con los repelentes de insectos (que pueden contener DEET, o dietiltoluamida), los riesgos no se conocen completamente. Por ello, es mejor no utilizarlos en absoluto durante el embarazo o llevar guantes para depositar una pequeña cantidad en calcetines, zapatos y otras ropas de uso externo en vez de administrarlos directamente sobre la piel.

¿Qué puedo hacer al respecto? Si tiene un problema real en su casa con los molestos bichitos, la fundación March of Dimes sugiere lo siguiente:

  • Utilice métodos más seguros para acabar con ellos, tales como el ácido bórico, que puede encontrar en droguerías.

  • Asegúrese de que otra persona se encarga de aplicar los productos químicos.

  • Si van a fumigar algún pesticida en el exterior de su casa, cierre bien todas las puertas y ventanas y desconecte los aparatos de aire acondicionado o los ventiladores extractores para evitar que los vapores entren en su casa.

  • Retire cualquier alimento, cubierto o elemento de la vajilla de las áreas donde se vayan a utilizar productos químicos.

  • Permanezca alejada del área tratada durante la aplicación del producto y después durante la cantidad de tiempo especificada en la etiqueta del producto.

  • Pida a otra persona que limpie bien cualquier área tratada donde se preparen alimentos.

  • Lleve guantes de goma cuando se dedique a la jardinería en un área donde se hayan utilizado pesticidas.

  • Solicite que analicen el suministro de agua de su casa regularmente si tienen agua de pozo o de depósito y en su casa se suelen utilizar pesticidas, fertilizantes y/o herbicidas.

Plomo

¿Debo evitarlo? Sí. De todos modos, en la actualidad la exposición a niveles elevados de plomo es sumamente infrecuente en las mujeres norteamericanas.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? La exposición a niveles elevados de plomo puede provocar:

  • aborto
  • parto prematuro
  • bajo peso natal
  • retraso del crecimiento

Pero incluso la exposición a niveles bajos de plomo puede provocar leves problemas de comportamiento y aprendizaje en los niños.

¿Qué puedo hacer al respecto? Si su casa se construyó antes de 1978, podría estar pintada con pintura que contiene plomo, aunque solo resultará problemático si la pintura se está desconchando o bufando, o si tienen pensado extraerla. Algunas casas tienen tuberías de plomo o de cobre soldadas con plomo que permiten que este metal entre en el agua corriente.

Si usted vive en una casa antigua o cree que podría tener tuberías de plomo o soldadas con plomo y le preocupa la exposición a este metal, puede pedir a un profesional que venga a evaluar los niveles de plomo en el agua, el polvo y la pintura del interior de su casa y/o en el suelo del exterior.

Asegúrese de que quienquiera que se encargue de extraer la pintura antigua, rica en plomo, de su casa:

  • sea un profesional especializado en extraer pintura que contiene plomo (¡extraer de su casa la pintura rica en plomo no es una tarea que pueda hacer usted misma!)
  • haga su trabajo cuando usted no esté en casa
  • no extraiga la pintura rascando o puliendo la pared, o utilizando una pistola decapante (estos métodos pueden llenar el aire de polvo de plomo).
  • lo deje todo bien limpio inmediatamente después de trabajar.
Para contribuir a reducir los niveles de plomo del agua del grifo que utilice para beber o cocinar, deje correr el agua durante 30 segundos antes de utilizarla y/o compre un filtro en cuyas instrucciones ponga que filtra específicamente el plomo.

Hornos microondas

¿Debo evitarlos? No. ¡En absoluto! De hecho, para las mujeres embarazadas, sobre todo las que tienen más hijos, los hornos microondas son casi una necesidad ineludible.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? No ha ningún riesgo médicamente probado. Los hornos microondas no emiten radiaciones y, en caso de que lo hagan, emitirán una cantidad sumamente reducida de radiaciones, prácticamente indetectable.

¿Qué puedo hacer al respecto? Si usted sigue estando preocupada, puede llevar a revisar su horno para asegurarse de que funciona correctamente y no emite excesivas radiaciones. Los investigadores han constatado que, en el caso de que un horno microondas emita radiaciones, estas diminuyen exponencialmente con la distancia que se mantiene con respecto al aparato. En otras palabras, si las radiaciones que puede emitir su microondas le preocupan, aléjese del aparato unos pasos cuando lo utilice en vez de quedarse justo delante.
(Volver a la lista.)

Exceso de calor (baños calientes, saunas, mantas eléctricas y similares)

¿Debo evitarlo? Sí. Debería limitar las actividades que pueden elevar la temperatura corporal a más de 38,9 º C, incluyendo:

  • las saunas y jacuzzis calientes
  • baños o duchas largos con agua muy caliente
  • utilizar mantas eléctricas u otros sistemas para calentar partes concretas del cuerpo
  • que le suba mucho la fiebre
  • calentarse en exceso haciendo ejercicio o exponiéndose al sol o al calor en los días muy calurosos.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Si su temperatura corporal supera los 38,9º C durante más de 10 minutos, el exceso de calor puede provocar problemas en el feto. El exceso de calor durante el primer trimestre puede provocar defectos en el tubo neural y, cuando el embarazo está más avanzado, deshidratación en la madre.

¿Qué puedo hacer al respeto? En vez de las saunas y jacuzzis calientes, haga un chapuzón en una piscina climatizada de agua tibia o templada. Y probablemente sea una buena idea ducharse o bañarse con agua tibia o ligeramente caliente. Si le sube la fiebre durante el embarazo, hable con su médico sobre cómo puede bajarla. Y escuche a su cuerpo cuando note que se está calentando demasiado al hacer ejercicio o disfrutar del sol en los meses más calurosos.

Pero, si usted ya se ha expuesto a un exceso de calor durante el embarazo, no se preocupe demasiado por ello. El cuerpo es sabio y lo más probable es que usted misma se retira a tiempo de la incómoda situación antes de que el feto sufriera ningún daño.

Autobronceadores

¿Debo evitarlos? Tal vez. Aunque todavía no disponemos de pruebas de que los autobronceadores sean nocivos para el feto, no se han hecho muchos estudios centrados en sus efectos sobre el feto en proceso de desarrollo.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? No se ha documentado ningún riesgo específico de los autobronceadores para el feto.

¿Qué puedo hacer al respecto? Para tener un poco de color en verano, no utilice autobronceadores sino un poco de maquillaje de efecto bronceador en la cara, el cuello, los hombros y el pecho. Y, si decide probar un autobronceador, siempre será más seguro que tumbarse al sol y exponerse a calentarse demasiado. El exceso de calor durante el primer trimestre, como ya hemos visto, puede provocar problemas significativos en el bebé y, cuando el embarazo está más avanzado, puede provocar deshidratación en la madre. De todos modos, antes de utilizar ningún autobronceador o bronceador sin sol, pregúnteselo a su médico.

Relaciones sexuales

¿Debo evitarlas? No. La mayoría de las mujeres que tienen embarazos "normales" pueden seguir manteniendo relaciones sexuales —es perfectamente seguro, tanto para la madre como para el bebé, incluso hasta el día del parto. Por descontado, probablemente la pareja necesitará hacer algunos cambios posturales para su comodidad conforme el vientre de la embarazada vaya aumentando de tamaño.

De todos modos, el médico podría desaconsejarle la penetración si anticipa o detecta algunas complicaciones importantes en el embarazo, incluyendo:

  • antecedentes o amenaza de aborto

  • antecedentes de parto pretérmino o prematuro (haber dado a luz a un bebé antes de la semana 37 de gestación) o signos que indican que existe riesgo de parto pretérmino o prematuro (como contracciones uterinas prematuras)

  • sangrado uterino inexplicable, flujo muy abundante o espasmos uterinos

  • pérdida de líquido amniótico (el fluido que rodea al bebé dentro de la placenta)

  • placenta previa, un trastorno en el cual la placenta (la estructura rica en vasos sanguíneos que nutre al bebé) está situada tan abajo en el útero que cubre total o parcialmente el cuello uterino o cérvix.

  • insuficiencia de cuello uterino, un trastorno en el cual el cuello uterino está debilitado y se dilata (abre) prematuramente, aumentando las probabilidades de aborto y parto prematuro.

  • múltiples fetos (embarazo gemelar, de trillizos, cuatrillizos, etc.)

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? No debería mantener relaciones sexuales con ninguna persona cuyos antecedentes sexuales desconoce o que pueda padecer una enfermedad de transmisión sexual, como herpes genital, verrugas genitales, clamidiasis o VIH (virus de la inmunodeficiencia humana). Si usted se infectara, podría transmitir la enfermedad al bebé, con consecuencias potencialmente peligrosas para su salud.

¿Qué puedo hacer al respecto? Comente a su médico cualquier molestia o dolor que experimente durante o después de mantener relaciones sexuales o cualquier otra cosa que le preocupe relacionada con el sexo.

Beber agua del grifo

¿Debo evitarlo? No necesariamente. Antes de que salga de casa a comprar provisiones de agua embotellada para nueve meses, explíquele a su medico dónde vive y si tiene agua corriente o bien agua de pozo o depósito.

También es importante saber que, por el mero hecho de estar embotellada, el agua no tiene que ser necesariamente más segura. Aunque el agua embotellada (que está regulada por la FDA de EE.UU.) suele tener mejor sabor o un sabor diferente, el agua del grifo cumple los mismos requisitos de la EPA (Environmental Protection Agency).

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Según la fundación March of Dimes, distintos estudios ofrecen resultados diferentes. Algunos investigadores han averiguado que el cloro que se utiliza para tratar el suministro de agua se puede transformar en cloroformo cuando se mezcla con otros materiales en el agua, lo cual puede aumentar el resigo de aborto y retraso del crecimiento fetal. Pero otros estudios no han podido corroborar esta relación. También puede preocupar la posibilidad de que el agua esté contaminada por sustancias como el plomo y/o pesticidas. Si usted tiene agua de pozo o de depósito, probablemente debería revisarla periódicamente, por ejemplo, una vez al año, independientemente de que esté o no embarazada.

¿Qué puedo hacer al respecto? Si le preocupa la calidad del agua corriente que tiene en casa, contacte con la compañía que le suministra el agua para que le mande una copia del informe anual sobre la calidad del agua. Si sigue preocupada y/o tiene agua de pozo o depósito, contacte con un laboratorio autorizado para que le haga un informe sobre la calidad del agua de su casa o finca. Puede costarle entre 15 dólares y cientos de dólares, en función de la cantidad de contaminantes que desee analizar.

Para tranquilizarse, puede comprar un sistema para filtrar el agua a fin de reducir los niveles de plomo, algunas bacterias y virus y algunas sustancias químicas como el cloro. Pero asegúrese de leer bien el folleto que acompaña al aparato, puesto que no todos los filtros son iguales.

Las jarras de mesa provistas de sistemas de filtración y los dispositivos que se montan en los grifos son bastante baratos (algunos cuestan menos de 50$), mientras que los sistemas que se utilizan para tratar el suministro de agua completo de una casa son mucho más caros (pudiendo costar hasta varios miles de dólares). También puede pedir que le traigan a casa botellones de agua potable rellenables, a menudo distribuidos por empresas de venta al por mayor.

Blanqueadores dentales y procedimientos de blanqueamiento dental

¿Debo evitarlos? Tal vez. Ocurre lo mismo que con los autobronceadores: carecemos de buenos estudios sobre blanqueadores dentales que afirmen de forma concluyente que son seguros durante el embarazo. Y algunos fabricantes de estos productos recomiendan no utilizarlos durante el embarazo. Algunos dentistas instan a esperar a blanquearse los dientes hasta que haya concluido el embarazo, mientras que otros afirman que estos procedimientos son seguros. Lo que más preocupa son las sustancias químicas que se utilizan para blanquear los dientes, las cuales, al tragarse, podrían tener efectos perjudiciales sobre el feto.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? En la actualidad no se dispone de pruebas sobre los efectos nocivos de los blanqueadores dentales sobre el feto.

¿Qué puedo hacer al respecto? Hable con su médico antes de invertir dinero en productos o procedimientos de blanqueamiento dental. Si prefiere esperar a que concluya el embarazo para tener unos dientes tan blancos como la nieve, limítese a lavarse regularmente los dientes con una pasta dental blanqueadora, que dará un brillo adicional a su sonrisa.

Vacunas

¿Debo evitarlas? Muchas —sí; otras —no. Por lo general, es mejor esperar a vacunarse hasta que haya concluido el embarazo, pero hay algunas vacunas que se consideran seguras. Es posible que su médico le dé el visto bueno para que se vacune si:

  • hay elevadas probabilidades de que usted se exponga a una enfermedad en particular o infección y las ventajas de la vacunación superan sus riesgos potenciales
  • la infección expondría al feto a riesgos innecesarios
  • es poco probable que la vacuna tenga efectos nocivos sobre el feto.

De todos modos, los CDC de EE.UU. consideran que solamente son seguras durante el embarazo las vacunas de las siguientes enfermedades, siempre y cuando sean realmente necesarias:

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Las vacunas elaboradas con virus vivos no son recomendables durante el embarazo debido al riego de que la infección o enfermedad que la vacuna pretende prevenir se trasmita al feto. De todos modos, esto dependerá de las circunstancias y de si el hecho de ponerse la vacuna es o no más seguro que el hecho de exponerse a la enfermedad. Por ejemplo, la vacuna de la varicela puede ser más segura para un feto que el hecho de que su madre desarrolle la enfermedad durante el embarazo. Por lo tanto, es importante que hable con su médico si considera que puede verse expuesta a alguna enfermedad.

De todos modos, por lo general, los investigadores desconocen cuáles son los riesgos para el feto de algunas vacunas. O sea que lo más prudente es esperar a vacunarse a menos que el médico le recomiende lo contrario.

¿Qué puedo hacer al respecto? Asegúrese de hablar con su médico antes de ponerse ninguna vacuna durante el embarazo. También es una buena idea informar a su médico si se queda embaraza durante las 4 semanas inmediatamente posteriores a la recepción de una vacuna. Y, si en su lugar de trabajo se administran determinadas vacunas por norma, asegúrese de informarles de que está embarazada antes de que le administren ninguna.

Radiografías

¿Debo evitarlas? Sí y no. Si su médico considera que es realmente necesario que le hagan determinada radiografía —para su bienestar y para el bienestar del bebé— durante el embarazo, será altamente improbable que los reducidos niveles de radiación sean nocivos para el feto. No obstante, si es seguro esperar a hacerse la radiografía hasta que haya nacido el bebé, probablemente esa será la mejor forma de proceder.

¿Cuáles son los riesgos para el bebé en caso de que los haya? Según la Academia Americana de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians -AAFP), lo más probable es que las radiografías sean seguras durante el embarazo. La mayoría de radiografías diagnósticas emiten mucho menos de 5 rads, que es el límite sugerido por la FDA de EE.UU. al que puede exponerse una mujer durante el embarazo.

Los distintos procedimientos radiológicos emiten distintas cantidades de radiación, y la dirección de los rayos también repercute sobre la posible exposición del feto. Las radiografías dentales, por ejemplo, no deben preocupar demasiado porque la zona irradiada está muy alejada del útero. De todos modos, los investigadores consideran que los fetos son más susceptibles a los efectos nocivos de las radiaciones debido a su rápida tasa de división celular.

¿Qué puedo hacer al respecto? En primer lugar, asegúrese de que todos los profesionales de la salud que la atiendan (incluyendo su dentista y el radiólogo) saben que está embarazada antes de practicarle ninguna radiografía. Asimismo, cuando deban practicarle una radiografía, asegúrese de cubrirse la zona del abdomen con un delantal de plomo.

Si le preocupan los efectos que puedan tener las radiografías durante el embarazo, puede pedirle a su médico que le practique una resonancia magnética (RM) durante el primer trimestre o una ecografía en cualquier momento del embarazo.

Verlo todo en perspectiva

Aunque es cierto que hay algunas cosas que no se consideran seguras durante el embarazo, intente no dedicar demasiado tiempo a darle vueltas al tema y a preocuparse. Cuando tenga alguna duda, guíese por el sentido común —si parece una mala idea, no es necesario hacerlo inmediatamente o puede entrañar algún riesgo, pospóngalo hasta que haya mantenido una conversación con su médico. Probablemente este la sacará de dudas, la tranquilizará y hasta es posible que le dé carta blanca para hacer algo que nunca pensó que podría hacer hasta después de dar a luz.

Sobre todo, asegúrese de seguir las principales recomendaciones para tener un embarazo saludable —comer bien; descansar mucho; mantenerse alejada de las drogas, el alcohol y el tabaco— y estará en el camino de mantenerse sana y de proporcionar a su bebé un principio sano.

Desde | Kids Health




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