jueves, 20 de septiembre de 2007

La mortalidad infantil mundial alcanza mínimos históricos

  • Las muertes de niños menores de 5 años se han reducido a 9,7 millones por año
  • La tasa de 2006 representa un descenso del 23% desde 1990
  • Los datos proceden de una encuesta de UNICEF realizada en 50 países entre 2005 y 2006

Los esfuerzos mundiales para promover la inmunización infantil, la lactancia materna y las medidas contra la malaria han ayudado a disminuir casi en un cuarto la tasa de niños menores de cinco años fallecidos desde 1990, según un informe de UNICEF.

Por primera vez desde que comenzó el registro de los fallecimientos infantiles en todo el mundo, la cifra de muertes en niños menores de cinco años ha bajado de los 10 millones por año. Según los datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la tasa se ha reducido a 9,7 millones por año, frente a los 13 millones de fallecimientos anuales que se registraban en 1990.

En 1960 el número de niños que morían cada año ascendía a los 20 millones, por lo que las cotas alcanzadas ahora suponen un descenso en torno al 50% ya que hay que tener en cuenta el crecimiento de la población.

"Es un momento histórico", ha señalado la directora ejecutiva de UNICEF, Ann Veneman, mediante un comunicado de prensa, en el que expresaba que "hoy día sobreviven más niños que nunca, y por eso es el momento de avanzar en salud pública para lograr los Objetivos de Desarrollo de Milenio".

Uno de esos objetivos es reducir en dos tercios la mortalidad infantil entre 2010 y 2015, y que de esa manera se salven 5,4 millones de vidas infantiles.

Veneman, no obstante, indicó que no quería mostrar "complacencia" por esos logros y subrayó que "la pérdida de 9,7 millones de vidas cada año es inaceptable".

Subrayó que la mayor parte de esos fallecimientos se podrían prevenir y que las soluciones para ello existen.

"Sabemos que se pueden salvar esas vidas si los niños tienen acceso a servicios sanitarios en sus comunidades, que estén respaldados por un sistema fuerte", agregó.

Inmunizaciones y medidas básicas

La reducción generalizada de la mortalidad se ha debido a la adopción de medidas básicas de salud, incluyendo una lactancia más temprana, la generalización de las vacunas, los suplementos de vitamina A y el tratamiento de mosquiteras con insecticidas para prevenir la malaria.

Un ejemplo de los beneficios de la inmunización es el fuerte descenso conseguido en la mortalidad por sarampión desde 1990, de un 60%, porcentaje que alcanza el 75% en el caso de los países del África subsahariana.

También han bajado los casos de neumonía, las enfermedades diarreicas se tratan mejor y tamibén la malnutrición severa, además de que hay un mejor acceso al agua potable y a la higiene.

Otro de los motivos de este récord histórico es que un mayor número de madres opta por la lactancia natural en lugar de recurrir a la leche artificial o cereales en donde con frecuencia se utilizaba agua sucia para su elaboración.

UNICEF señaló que los datos obtenidos proceden de los que les han aportado los países a través de encuestas realizadas en 50 países entre 2005 y 2006.

Países con grandes avances

Un descenso rápido en la tasa de mortalidad infantil se ha producido entre los países de Latinoamérica y Caribe, Europa central y oriental, el este asiático y los del Pacífico.

Aunque también UNICEF quiere destacar los esfuerzos realizados por algunos estados como los de Marruecos, Vietnam y la República Dominicana "un grupo de países que ha realizado avances particularmente importantes desde 1999-2000", indica el comunicado, que señala que en esas tres naciones la tasa de mortalidad de los menores de cinco años bajó más de un tercio.

La organización de la ONU para la infancia precisó que de los 9,7 millones de niños muertos, 3,1 millones proceden del sur de Asia y 4,8 millones del África subsahariana. No obstante, en esta última zona se ha producido un progreso significativo en estos índices que han bajado al 29% entre 2000 y 2004 en Malaui, mientras que la reducción ha sido del 20% en Etiopía, Mozambique, Namibia, Níger, Ruanda y Tanzania.

"En el mundo en desarrollo, la mortalidad infantil es considerablemente mayor entre los niños que viven en áreas rurales y en los hogares más pobres", agrega el estudio.

En cuanto a la región latinoamericana y caribeña, los expertos indicaron que "están en la vía de conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con una media de 27 muertes por cada 1.000 nacimientos, frente a las 55 por 1.000 que tenían en 1990".

Asimismo, indicó que las tasas de mortalidad más elevadas se dan aún entre los países africanos centrales y occidentales, mientras que en el sur del continente la supervivencia infantil se ve amenazada por las altas tasas de infecciones de sida.

El informe destaca el apoyo sin precedentes que se ha destinado a la salud global, con un aumento de patrocinios y fondos, que incluyen las de los Gobiernos, el sector privado, fundaciones internacionales y sociedad civil.

Veneman recordó que esos nuevos datos demuestran que "los progresos son posibles si se actúa con urgencia".


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