Las mujeres son menos propensas a tener otro bebé luego de una cesárea que después de un parto vaginal, halló un equipo de investigadores en Noruega.
No obstante, los expertos también observaron evidencia de que la reducción de la fertilidad después de una cesárea es "en gran medida voluntaria y no debido a la indicación de la cesárea ni a una consecuencia física".
El equipo dirigido por la doctora Mette C. Tollanes, de la Universidad de Bergen, analizó datos de 596.000 mujeres sanas, que habían tenido a su primer hijo entre 1967 y 1996 y a las que se controló hasta el 2003.
Los autores excluyeron a las mujeres con embarazos múltiples, a las que habían cambiado de pareja entre los embarazos y a las que habían muerto antes de los 50 años.
Según informaron los autores en la revista Obstetrics and Gynecology, la cesárea estuvo relacionada con una reducción significativa de la posibilidad de un segundo embarazo, comparada con el parto vaginal.
Sin embargo, si el bebé nacía muerto o moría durante el primer año de vida, el parto por cesárea ya no se vinculaba con una disminución de la posibilidad de un segundo embarazo. Esto sugiere que la cesárea per se no reduce la fertilidad, pero que está asociada con la elección de tener menos hijos.
El equipo destacó que las cesáreas siguen aumentando en muchos países desarrollados.
"En un país como Estados Unidos, donde la tasa de cesáreas en el 2004 casi duplicó a la de Noruega (el 29,1 frente al 15,4 por ciento), el parto por cesárea podría tener un efecto significativo general en la reducción de la fertilidad", agregaron los autores.
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