sábado, 5 de enero de 2008

Adios a los pañales

La mayoría de los logros de la infancia son una combinación de dos factories: la madurez física y la guía de los padres, como es el hecho de ir al lavabo.
Tracy reecomienda un enfoque moderado a la hora de enseñar a los niños a ir al baño.
No debemos presionar al niño, sino alentarlo.
Debe empezarse cuando el cuerpo y la mente del niño estén preparados, pero antes de que surja el inevitable enfrentamiento entre padre e hijo. Par la mayoría de los niños el momento óptimo de empezar es entre los 18 meses y los dos años. Sin embargo lo mejor es observar a nuestro hijo.

Conteneos hasta que veáis indicios de que vuestro hijo está preparado.
Observad las señales que os envíe vuestro hijo (se concentran para hacer caca, se esconden detrás de un mueble, se quedan inmóviles....)
Hay niños que a los 15 meses ya están preparados para ello aunque no sea lo más frecuente, pero a los 21 meses la mayor parte de los niños ya son consiientes de las fuenciones de su cuerpo.

Motivad a vuestro hijo para que relacione la función corporal con sus palabras y acciones, ampliando su vocabulario. Cuando se haga pis decidle "oh, estás muy mojado de pipí" o " te voy a cambiar, tienes caquita en el pañal". Id con él al baño y explicadle "aquí es donde hacemos pipí". Comprad un orinal independiente o uno de los que se colocan sobre la taza del wáter y empezad fingiendo que su muñeco o peluche favorito tiene que ir al baño. Si parece dispuesto a intentarlo él mismo, hacedle ir justo después de despertarse. Hablad con él. Distredle con algún juego. Otro buen mometno para intentar sentarle en el orinal es unos 20 minutos después de haber ingerido algún líquido. En cualquier caso haced que la situación sea divertida, no estresante. Al estar distraido se relajará y le costará menos hacer pis o caca. Si os limitáis a sentaros con él se lo tomará como una obligación.

Limitad el tiempo que vuestro hijo está en el servicio - No más de 2 o 3 minutos al principio. Si hacéis que ir al lavabo sea una experiencia estresante, entraréis en una lucha. POr lo tanto respirad profundamee y calmad vuestra frustración respecto al proceso. Relajaos y vuestro hijo también lo hará. No se trata de que lo haga sino de que aprenda a hacerlo. Si hace pipí o caca pues fantático. Felicitadle y haced un comentario sobre lo que acaba de hacer "Bien hecho, has hecho pipí en el water" Y cuando lo bajéis de la taza decidle "ya está".

Si no consigue hacer pis o caca no so mostréis decepcionados. Con toda normalidad bajadle del inodoro sin decir nada. Finalmente no le pongíais en el vater demsiado a menudo, cuando se levante de mal humor o en cualquier otro momento en que se resista: así evitaréis crearle angustia.

Elogiadle y pasadle el papel higiénico.
Esta es la única vez que Tracy nos da permiso (jeje) para halagarle por todo lo alto "Ole, has hecho pipi en el vater!!!!!!!!!!!!" "Ahora vamos a tirar de la cadena... adiós pipí" Un niño no tarda mucho en tomárselo como un gran juego.

Si hacéis esta transición despacio llegaréis a conocer los ha´bitos de vustro hijo y él se mostrará mas abierto a la experiencia.

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