Una ecografía (también llamada sonograma o ultrasonido) es una prueba que utiliza ondas sonoras para crear una imagen del bebé, la placenta y el útero, así como también de otros órganos que se encuentran en tu vientre. Esta prueba permite que el médico pueda averiguar información valiosa acerca de la evolución de tu embarazo y de la salud de tu bebé.
Durante la prueba, un técnico experto en ecografías (ecógrafo o sonógrafo) pasa por tu vientre un aparatito que transmite ondas sonoras de alta frecuencia. Las ondas pasan a través del útero y rebotan contra el bebé (pero él no siente nada). Luego una computadora traduce los sonidos acústicos en imágenes de video que muestran la figura del bebé, su posición y sus movimientos. En ocasiones, al principio del embarazo, como el bebé es todavía muy chiquito no se ve bien a través del vientre. En ese caso el técnico usa un aparato que se introduce por la vagina para poder verlo. No te preocupes porque no es nada doloroso y la exploración sólo dura unos minutos.
Hay otra prueba similar que utiliza un aparato llamado Doppler, que sirve para escuchar los latidos del corazón del bebé, y también utiliza ondas como la ecografía.
La mayoría de las futuras mamás se realizan una ecografía de rutina entre las semanas 16 y 20 de embarazo. Pero te puedes hacer una ecografía ya en la cuarta o quinta semana, aunque es posible que si te la haces muy temprano todavía no se pueda ver al bebé con claridad. También se puede hacer una ecografía en cualquier otro momento si hubiera indicios de algún problema. La ecografía de la mitad del embarazo suele ser un momento muy emotivo, porque puedes ver al bebé claramente por primera vez. Dile a tu pareja que vaya contigo para que puedan disfrutar juntos de esta ocasión tan especial.
Es probable que el técnico te entregue una impresión de la ecografía a modo de recuerdo (se ve como una foto). Es buena idea hacerle fotocopias cuanto antes, ya que a veces se decolora con el tiempo. Quizás también puedas enterarte del sexo del bebé si lo deseas. Hay algunos lugares en los que te darán la opción de llevar una cinta de video para grabar la ecografía. Llama antes de ir para saber si esto es una opción. Sin embargo, recuerda que el objetivo principal de la ecografía es brindarles a ti y a tu médico información importante acerca de la salud y el desarrollo del bebé.
Si el embarazo es de bajo riesgo, es posible que no te ofrezcan realizarte una ecografía. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos recomienda la realización de ecografías solamente en el caso de existir una razón médica específica. Según la organización March of Dimes, alrededor del 70 por ciento de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos se realizan una ecografía.
¿Qué información proporcionará mi ecografía?
Durante una típica ecografía de mitad del embarazo, tu médico o bien una persona especializada en realizar ecografías hará lo siguiente:
Monitorear los latidos del corazón del bebé
Registrará el número de latidos por minuto para asegurarse de que es normal.
Confirmar la ubicación del bebé
Esto se realiza para asegurar que la criatura se esté desarrollando dentro del útero y que el embarazo no sea extrauterino, lo cual significaría que el embrión está alojado en una trompa de Falopio o fuera del útero. Pero, en la mayoría de los casos, si tuvieras un embarazo extrauterino habrías presentado síntomas muy temprano y ya se te habría realizado una ecografía para confirmar el problema.
Medir el tamaño del bebé
Tu médico o el técnico medirá el cráneo del bebé, el largo del fémur y alrededor del abdomen para confirmar que tiene el tamaño esperado para su edad. Si ésta es tu primera ecografía y tu bebé se encuentra más de dos semanas atrasado o adelantado respecto del tamaño que debería tener, es probable que la fecha prevista para el parto sea incorrecta y entonces te indicarán una nueva fecha. Si el médico desea saber más sobre cómo se está desarrollando tu bebé, es posible que solicite una o más ecografías de seguimiento para controlar su evolución.
Verificar si hay más de un bebé
A estas alturas, probablemente ya sepas si estás esperando gemelos o incluso más bebés. La mayoría de las mujeres con embarazo múltiple presentan una medida entre el hueso púbico y la parte superior del útero más grande de lo normal en su primer trimestre y se realizan una ecografía en ese momento para confirmar cuántos bebés están esperando.
Confirmar la ubicación de la placenta
Si la placenta cubre el cuello uterino , que es el canal por donde pasará el bebé para nacer, es probable que tu médico ordene una ecografía complementaria a principios del tercer trimestre, para verificar si la placenta está todavía cubriendo el cuello uterino. En algunas ocasiones existe la posibilidad de que provoque una hemorragia indolora, pero fuerte, más adelante en el embarazo. Pero, ¡quédate tranquila! Sólo en un pequeño porcentaje de los casos de placenta previa detectados mediante ecografía antes de la semana 20 la placenta continúa en esa posición en el momento del parto.
Calcular la cantidad de líquido amniótico presente en el útero
En caso de que la ecografía mostrara que tienes demasiado o muy poco líquido amniótico, podría haber un problema. Se te hará un estudio completo de diagnóstico para ver si la causa puede ser identificada, y es posible que tu médico quiera hacer un seguimiento por medio de ecografías regulares.
Descartar la presencia de anomalías en el bebé
El médico observará detenidamente la anatomía básica del bebé, incluyendo su cabeza, cuello, pecho, corazón, columna vertebral, estómago, riñones, vejiga, brazos, piernas y el cordón umbilical para asegurarse de que estas partes se están desarrollando de manera adecuada. En el caso de haber obtenido resultados sospechosos a partir de un análisis de o de un chequeo médico en el primer trimestre, o si existiera cualquier otra causa para preocuparse, el técnico realizará una ecografía más rigurosa (nivel II) para comprobar la existencia de indicios de defectos de nacimiento o de síndrome de Down.
Tratar de determinar el sexo del bebé
En el caso de que quieras saber si tu bebé será niño o niña, generalmente podrás averiguarlo en ese momento, a menos que, por ejemplo, la mano del bebé esté cubriendo sus genitales durante la ecografía. Si no quieres saber de qué sexo será, díselo al técnico de antemano para que no te revele la sorpresa durante la prueba.
La ecografía también puede hacerse en otras etapas del embarazo para examinar el estado del bebé; como parte de otros análisis, tales como el análisis de vellosidades coriónicas, o la amniocentesis; o como complemento del análisis de múltiple marcador.
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