Es posible que tú no hayas usado desodorante ni sostén antes de los 12 años. Sin embargo, las niñas de hoy están empezando a desarrollarse desde los 8. ¿Cuál es la razón? ¿Debes preocuparte? Lo que toda madre debe saber.
Hace unos cuantos meses, los maestros de una escuela primaria en Nueva Jersey, Estados Unidos, impartieron a sus alumnas de quinto grado una clase sobre sexualidad. Ellos consideraron que ése era el momento adecuado para informarles sobre la menstruación y sobre los otros misteriosos cambios corporales que muy pronto las convertirían en mujeres; pero para Joey Mayer esa clase llegó dos años tarde, ya que ella empezó a tener vello axilar y púbico y sus senos comenzaron a desarrollarse mientras cursaba el tercer año de primaria, es decir, cuando tenía 8 años.
A Joey le costó mucho trabajo adaptarse emocional y sicológicamente a esas transformaciones porque tuvo que soportar las burlas y cuestionamientos de sus hermanos mayores; eso sin contar con que la atacó un acné terrible, que sólo pudo ser controlado con un tratamiento médico, y que a partir de los 11 años los cólicos que trajo consigo la menstruación eran tan fuertes que no le permitían asistir a la escuela. Todo esto le ha causado a la pequeña tanta inseguridad y vergüenza respecto a su sexualidad, que actualmente sigue usando shorts sobre su traje de baño a fin de esconder su vello púbico. “Yo no quiero que esto me suceda a mí”, le dijo desesperada a su madre un día.
Es más frecuente de lo que imaginas.
Todo parece indicar que cada vez es más común el hecho de que las hormonas de la adolescencia empiecen a trabajar y a manifestarse en las niñas antes de que éstas aprendan a multiplicar o a escribir su nombre en letras cursivas. De acuerdo con una encuesta que se llevó a cabo el año pasado en Estados Unidos, en la que participaron pediatras de todo el país, casi el 15% de las niñas blancas y el 48% de las niñas de color observadas, comenzaron a desarrollar vello púbico y/o senos a partir de los 8 años de edad. Según ese mismo estudio, para algunas la pubertad empieza antes: 7% de las niñas blancas y 27% de las niñas de color de ese mismo grupo presentaron estos mismos caracteres sexuales desde los 7 años. Incluso de llegaron a encontrar algunos casos aislados de pubertad prematura en niñas de 3 años. “A estas pequeñas la infancia se les termina demasiado pronto”.
¿Por qué está sucediendo esto?
La pubertad femenina tiene lugar gracias a la acción de dos sistemas hormonales distintos. En uno de ellos, las glándulas suprarrenales maduran y liberan andrógenos (mejor conocidos como hormonas masculinas. Las mujeres las tienen, pero en pequeñas cantidades). Estas sustancias son las responsables del crecimiento del vello axilar y púbico, del acné, del cutis graso y del sudor característico de las personas adultas. El otro sistema hormonal trabaja de esta manera: la glándula pituitaria le envía a los ovarios la señal que es momento de que maduren y liberen una gran cantidad de estrógenos; esas hormonas son las responsables del desarrollo de los senos, del ensanchamiento de las caderas y de la menstruación. Ambos sistemas hormonales se están activando con precocidad en las niñas de hoy. Antes, empezaban a desarrollarse a los 12 o 13 años y comenzaban a menstruar a partir de los 15. Actualmente, empiezan a tener senos ente los 9 y 10 años, vello púbico antes de los 11 y vello axilar antes de los 12 y tienen su primer período menstrual entre los 12 y los 13 años.
¿Existe una conexión hormonal oculta?
Los científicos han encontrado varias explicaciones posibles para este fenómeno. Por una parte, es un hecho que las condiciones de vida han mejorado notablemente en las últimas décadas (al menos para ciertos sectores de la población). En consecuencia, las niñas reciben una mejor alimentación y están expuestas a menos padecimientos; esto permite que sus cuerpos inviertan más energía en su crecimiento y desarrollo que antes. Sin embargo, muchos científicos suponen que las condiciones ambientales a las que las niñas están expuestas también pueden ser responsables de esta situación. Aunque no se ha comprobado nada todavía, existe una fuerte sospecha de que la sobreexposición a diversas sustancias encontradas en algunos pesticidas, envolturas de plástico y suplementos alimenticios alteran el desarrollo normal de las niñas. Para un estudio progresivo realizado pro los investigadores del Instituto Nacional de las Ciencias de la Salud ambiental, se midieron los niveles de DDE y PCB (ambas sustancias actúan igual que los estrógenos en el cuerpo) en la sangre de cientos de recién nacidos. Al paso de los años, se observó que las niñas que estuvieron más expuestas a estas sustancias entraron a la pubertad un año antes que las otras.
Hormonas Embotelladas.
Las fórmulas de algunos productos cosméticos contienen dosis mínimas de estrógeno, placenta u otro tipo de hormonas. Aunque la Administración de Alimentos y Fármacos de Norteamérica asegura que estos artículos no son capaces de alterar el desarrollo normal de las niñas, es preferible que las pequeñas utilicen champúes y productos para personas de su edad y eviten los de los adultos.
Sospechas Científicas.
Hace veinte años, en Puerto Rico se llevó a cabo un primer estudio que pretendía descubrir las causas del desarrollo prematuro de los senos en las niñas. Aunque no se obtuvieron conclusiones precisas, se está tratando de descubrir (por segunda vez) si los estrógenos que contiene la leche de fórmula de soya, son capaces de alterar el desarrollo normal de las niñas. “Esto es solamente una hipótesis. No obstante, otro estudio, concluyó que los niños que son alimentados con leche de fórmula de soya tienen más estrógenos en su sangre que los que beben leche materna o fórmulas de leche de vaca. Esto sucede incluso con los adultos que consumen muchos productos de soya.
Más vale calidad que cantidad.
Si de alimentación y de pubertad se trata, es un hecho que la mayoría de los investigadores están más preocupados por la teoría anterior que por la cantidad de alimentos que los niños consumen. De acuerdo con “la hipótesis de la grasa”,la menstruación ocurre cuando el cuerpo ha almacenado una cantidad considerable de grasa. “La naturaleza es sabia, de modo que el desarrollo de una niña sucede justo en el momento en qe ella tiene suficientes nutrimentos de reserva como para ser capaz de embarazarse y alimentar con leche materna a su hijo”, Los investigadores de esta teoría han descubierto que la sustancia química (lepitina) que le informa al cerebro del momento en que el cuerpo tiene suficiente grasa como para lograr con éxito un embarazo, es la misma que producen las células de grasa. Curiosamente, los niños de hoy tienen más grasa almacenada en sus cuerpos que las generaciones anteriores.
Es preocupante el incremento de la pubertad precoz en las niñas y el elevado índice de obesidad en los niños, pues ambas condiciones pueden propiciar que ellos desarrollen enfermedades como la diabetes tipo II en su edad adulta.
El ejercicio puede ser la solución.
Aunque es indiscutible que los investigadores no conocen todas las causas de la pubertad precoz, “es definitivo que una de ellas es el tiempo que las niñas pasan viendo televisión en vez de hacer ejercicio”. Diversos estudios han demostrado que las niñas que practican alguna actividad deportiva son más delgadas y entra a la pubertad más tarde que las otras. Sin contar con que el ejercicio previene que desarrollen enfermedades como la osteoporosis, cánceres en el sistema reproductivo y padecimientos cardiovasculares en la edad adulta”. Es tarea de los padres propiciar que sus hijos se alimenten y se ejerciten bien.
Cómo afecta el desarrollo prematuro a la salud.
Aunque las niñas que entran a la pubertad antes de tiempo deben ser tratadas con naturalidad, los padres deben estar atentos para descartar o solucionar posibles problemas de salud. He aquí una lista de los más comunes:
Altura: Una de las grandes preocupaciones de los padres es saber si las niñas que se desarrollan prematuramente están destinadas a tener una estatura baja en su edad adulta. La respuesta parece ser tranquilizadora. A partir de los 3 años, las niñas normalmente crecen alrededor de 5 cm. (2 pulg.) por año, y después se “estiran” antes de entrar a la pubertad. Ya en esa etapa, la exposición continua a los estrógenos genera un crecimiento gradual de los huesos. En cuanto este proceso termina, la niña deja de crecer. No obstante, a partir de que una niña tiene su primer periodo sigue creciendo alrededor de 5 cm (2 pulg.) más que las que se desarrollan prematuramente. A través de una radiografía de la mano de la niña, el médico es capaz de predecir la altura que ella tendrá en la edad adulta si es conveniente detener su desarrollo precoz por medio de tratamientos.
Masa ósea: Como las niñas que se convierten en mujeres antes de tiempo dejan de crecer cuando aún son muy jóvenes. La etapa en que acumulan masa ósea también termina antes. Por esta razón es importante que ellas ingieran suficiente calcio diariamente y que moderen su ejercicio durante la prepubertad y la pubertad. Como la mayor parte de la masa ósea se acumula un par de años antes y después de que los periodos menstruales empiezan, “lo que las jovencitas obtengan en ese periodo es con lo que van a contar cuando tengan 60 u 80 años”.
Fertilidad: Las niñas a las que les sale vello axilar y púbico antes de tiempo, tienen un elevado riesgo de desarrollar ovarios poliquísticos, un padecimiento en el que los ovarios casi nunca ovulan pero producen elevados niveles de andrógenos, dando como resultado un desarrollo anormal de vello y de acné. Si el periodo de una niña continúa siendo irregular un año o dos después de que comenzó a menstruar (especialmente si tiene un acné excesivo y vello en la mandíbula) es preciso que la revise el ginecólogo. Antes pensábamos que los cólicos y los dolores de las niñas que se desarrollaban prematuramente eran producto del síndrome premenstrual; ahora no lo damos por hecho, ya que sabemos que la endometriosis puede empezar junto con la menstruación y que mientras más rápidamente se le detecte, mucho más fácil es prevenir los problemas de esterilidad y de dolor en la edad adulta.
Desde | http://www.feminaactual.com
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