sábado, 26 de abril de 2008

Implante Coclear-avances

Para escucharte mejor: cuando nacer sordo no condena al silencio A través de una
cirugía de implante coclear, médicos del Hospital Austral permitieron que un
niño nacido con una sordera casi total pueda escuchar. Infobae.com habló con uno
de ellos.


Cómo la ciencia cambió la vida de Thiago La historia de Thiago Ferrazzato no es, por suerte, la única. Lo que la hace atractiva es el hecho de que los médicos que lo vieron nacer y que al tiempo le diagnosticaron una complicada enfermedad que, entre otras cosas, le generaba hipoacusia neurosensorial profunda (una sordera casi total) fueron quienes a sus casi tres años de vida le dieron la posibilidad de asomarse al mundo de los sonidos.

Seguramente cuando el 3 de noviembre de 2005, María Eugenia Ferrazzato vio nacer por cesárea a su segundo hijo, no sabía lo que le esperaba: "Thiago nació por cesárea programada. Al principio tuvo complicaciones por la bilirrubina, pero nada más. Cuando le hicieron estudios, se empezaron a confirmar mis sospechas: mi hijo no se sobresaltaba con ningún ruido, aunque fuera fuerte", contó la mujer. Cuatro meses más tarde, a Thiago le diagnosticaron el síndrome de Waanderburg, que entre otras cosas presenta hipoacusia neurosensorial profunda, una sordera casi total, enraizada en el oído interno.

Los primeros pasos consistieron en estimulación temprana, para favorecer el desarrollo de la audición del bebé, y a los seis meses se le colocaron audífonos en ambos oídos, pero ninguna de estas medidas funcionó. El doctor Horacio Murga es médico otorrinolaringólogo e integrante del Servicio de Implante Coclear del Hospital Universitario Austral. Explicó a Infobae.com que "en casos de hipoacusias severas o profundas, los audífonos no son de gran ayuda. Lo que hacen es amplificar el sonido, darle volumen, pero si el paciente tiene serios problemas de audición, el pronóstico no es alentador, y los resultados escasos. Por eso, indicamos para Thiago un implante coclear".

Así fue que a los dieciocho meses -el 5 de mayo de 2007- Thiago fue implantado y un mes después el dispositivo empezó a funcionar. "Esperábamos que llorara al escuchar por primera vez los sonidos, pero no. Se quedó quieto, mirando todo, mientras el equipo ajustaba el funcionamiento. A partir de ahí comenzó la etapa de educación de la voz. Hoy puedo decir que el cambio es enorme. Ahora, cuando lo llamo se da vuelta; está empezando a hablar e interactúa con sus compañeritos del jardín, comparte juegos y actividades. Sabemos que el camino continúa, pero nos alienta saber que va a poder llevar una vida normal", relató la mamá.

Consultado acerca de en qué consistió la operación, Murga sintetizó que "el implante reemplaza a las células dañadas de la cóclea por un dispositivo de alta tecnología. Es como un by pass auditivo coclear". Y respecto a si tuvo que ver en el éxito la temprana edad de Thiago, explicó que la intervención "se puede" hacer en grandes, pero cuando el diagnóstico es de nacimiento se debe hacer antes de los tres años "para que el resultado sea excelente".

Cómo funciona el implante

"El implante coclear constituye un importante avance para la recuperación de quienes sufren de una hipoacusia severa o profunda –tanto niños como adultos–, porque les da la posibilidad de insertarse o reinsertarse en la vida social", explicó por su parte el doctor Ricardo Serrano, Jefe del Servicio de Otorrinolaringología (ORL) del HUA. Para entender cómo funciona un implante coclear, nada mejor que comenzar describiendo, de manera simple, cómo escucha el oído humano. En un oído sano, las ondas sonoras llegan a través del canal auditivo, golpean el tímpano y hacen vibrar a la cadena de pequeños huesos en el oído medio.

Luego, las vibraciones viajan a través de los líquidos de la cóclea, en el oído interno, donde miles de células llamadas ciliadas convierten el estímulo mecánico (ondas) en un estímulo eléctrico, que viaja por los nervios, llega al cerebro y allí se decodifica como sonido. El procedimiento se realiza con cirugía ambulatoria, es decir, exige un día de internación, y después de un mes de cicatrización y controles, se enciende el dispositivo y se lo adecua a la comodidad del paciente.

El aparato funciona gracias a un componente externo –similar a un audífono convencional– y a un componente interno que se implanta en la cóclea mediante cirugía no invasiva. El externo recibe el sonido, lo digitaliza y lo decodifica, para enviarlo por medio de radiofrecuencia (FM) al componente interno. Este transmite la información a los centros nerviosos del cerebro, donde se decodifica como sonido. En el mundo, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, dos de cada mil habitantes padecen sorderas severas o profundas. Entre ellos, hay 120 mil beneficiarios de implantes cocleares. Por

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