Según un estudio realizado por el Helsinky Study of Very Low Birth Weight Adults, es durante la última fase de la adolescencia y la edad adulta más temprana donde estas limitaciones se presentan en su mayor esplendor. De ese modo, entre los 18 y los 27 años, los nacidos con un peso inferior a los 1.500 gramos y entre las 24 y 32 semanas de gestación permanecen más tiempo en el domicilio paterno y manifiestan menos predisposición para independizarse del hogar. Además, son menos propensos a cohabitar con sus compañeros sentimentales y formar una familia.
En el terreno sexual, las relaciones esporádicas son menos frecuentes en los individuos nacidos prematuros, que se confiesan más tímidos e introvertidos a la hora de intimar con sus compañeros sentimentales. Asimismo, el número de parejas sentimentales o sexuales contabilizadas es superior en los adultos jóvenes nacidos en un periodo habitual de gestación. Los prematuros se muestran también más disconformes con su aspecto físico y se consideran sexualmente menos atractivos que los demás.
En la investigación, publicada en la revista 'Pediatrics', los científicos han advertido ciertas diferencias según el género de los encuestados. De esa manera, mientras que en el ámbito del hogar son los hombres prematuros los más dependientes, en el ámbito sexual las mujeres son menos propensas a mantener relaciones sexuales esporádicas. Según el estudio, estas diferencias son independientes de factores secundarios, como la educación recibida, la llegada de la pubertad, el entorno familiar o el nivel de estudios.
En el documento se recoge que la soledad y la soltería están asociadas generalmente a mayores problemas de salud y sentimientos de angustia. No obstante, se considera que una mayor lentitud en las relaciones sociales y sentimentales está asociada a un mecanismo de defensa por parte de los adultos que presentan estas características. En general, los resultados obtenidos para los jóvenes nacidos antes de tiempo apuntan a una menor voluntad de asunción de riesgos, así como a un consumo inferior de alcohol y sustancias psicotrópicas.
Timidez e inhibición
La misma publicación de la 'American Academy of Pediatrics' recoge otro estudio de la Universidad McMaster, de Ontario, que subraya la mayor predisposición de los prematuros a presentar actitudes y comportamientos neuróticos y cautelas sociales. En este caso, los científicos han tenido en cuenta cuatro rasgos de la personalidad de los encuestados para definir su comportamiento ante los demás, que han materializado en temperamento, motivación, afectividad y socialización. De esa manera, los datos analizados arrojan para los nacidos antes de tiempo una personalidad más tímida, un comportamiento más inhibido, una mayor soledad y un menor bienestar social.
Según el estudio, estas pautas de comportamiento están asociadas a situaciones importantes de estrés prenatal y perinatal y pueden tener consecuencias más preocupantes en el desarrollo afectivo de los individuos. Los autores del concluyen que "el crecimiento es un proceso dinámico en el que las alteraciones en las situaciones iniciales podrían ser capaces de cambiar la trayectoria psicobiológica de las personas, situando a algunos de los prematuros en predisposición para sufrir problemas psiquiátricos varios".
Desde | El Mundo
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