La metodología no sería nueva, pero la persistencia genera indignación entre los vecinos de algunos barrios. Opinan que hacerlo es cuestionable aunque sean pobres
Habría madres que entregan a sus bebés recién nacidos a cambio de electrodomésticos y así amueblan sus casas.
Dicha metodología no sería nueva, aunque la sucesión de casos despertó la indignación de algunos vecinos de Villa Barreyro (Misiones, Argentina) que decidieron contar detalles de una operatoria que sería impulsada por "busca panzas”.
“No me vayas a mandar al frente, porque esta gente es pesada”, alertó una vecina del lugar conocido como Villa Sapucay.
Según el testimonio, los intermediarios cuentan con un nexo que hace el primer contacto con las mujeres del barrio, preferentemente jóvenes.
Incluso, explicó que “muchas veces se acercan a chicas que ni siquiera están embarazadas y les preguntan si no quieren tener un hijo para dar”.
“Ofrecen plata, mercadería, de todo. Acá hay una chica que ya dio dos criaturas, la primera a cambio de una heladera y cuatro sillas y la segunda por un televisor”, aseguró indignada la mujer.
De todas formas, aclaró que en ambas transacciones la madre biológica también habría recibido dinero en efectivo, aunque no supo precisar cuánto.
“Acá nos conocemos entre todos y el chisme corre -graficó-. Cada uno sabe lo que hace de su vida, pero cambiar un hijo por una heladera no tiene perdón de Dios, por más pobre que uno sea”.
Cambalache
Los dichos de la mujer fueron corroborados por otros vecinos, quienes también señalaron una tendencia que se multiplicó en los últimos tiempos: parejas jóvenes, de entre 20 y 25 años, que se asientan en el lugar provenientes de San Miguel, donde prolifera la venta de bebés.
“Son chicos que ya se metieron en eso, saben cómo es el tema y no quieren trabajar, les gusta la vida fácil. Entonces la mujer se embaraza y cambian el bebé por plata o alguna chuchería”, comentó un vecino.
Indicó además el caso de dos hermanos que ya vendieron tres de sus hijos. “El mayor dio uno y el otro dos, el mismo que cambio por la tele y la heladera”, explicó.
“Viven con la abuela”
El Territorio trató de dialogar con las mujeres señalas por los vecinos, aunque el desenlace no fue el mejor.
Una de ellas, de 23 años, aceptó la entrevista y en primera instancia reconoció que tiene dos hijos, aunque afirmó que éstos viven con la abuela. “Están con mi mamá porque mi casa es muy chiquita, vos podés ver”, señaló.
Pero ante la insistencia del cronista, la joven terminó reconociendo que hace casi cuatro años entregó a su primera hija en adopción, por la que le dieron 500 pesos y la heladera nombrada por los vecinos.
En cuanto a su segundo hijo, que ahora tendría un año y siete meses, insistió en que reside con la abuela.
La charla concluyó abruptamente cuando el esposo o concubino de la mujer, quien supuestamente estaba tarefeando según se explicó al comenzar la charla, salió de la vivienda amenazante.
Proyectos de ley en discusión
El vacío legal en la legislación que regula las adopciones respecto de los casos en que existiera irregularidades previas o durante el proceso, generó un encendido debate que se cristalizó en distintas iniciativas legislativas.
La cesantía inmediata del agente público que actúe como autor o partícipe del delito de supresión de identidad, tanto en los casos de adopciones irregulares como de trata de personas es uno de los proyectos presentados por la diputada Sandra Montiel. Otra de las propuestas de la misma diputada promueve la creación de un registro de madres biológicas.
También se debate la posibilidad de limitar el ingreso al Registro Único de Aspirante de Adopción a residentes en Misiones. El interés de adoptantes de otras provincias, siempre resultó superior a las demandas locales, según se desprende de las cifras de los últimos años. En 2007, sobre 800 inscriptos, sólo el 10 % son misioneros.
Desde Territorio digital
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