Las autoridades de Redbridge, al noreste de Londres, han votado unánimemente una nueva norma que impedirá a las familias fumadoras acoger niños en sus hogares con el fin de prevenir los daños del tabaco. Los fumadores que ya tengan pequeños a su cargo recibirán ayuda para abandonar su hábito (desde información hasta parches de nicotina).
Michael Stark, responsable de atención al menor en esta área londinense, defiende la medida en beneficio de los pequeños: "Sabemos que mucha gente considera que se trata de una intromisión en sus libertades, pero también sabemos que el tabaco aumenta el riesgo de enfermedades graves en la infancia", señala en declaraciones al diario 'The Guardian'.
Para tomar la decisión se han tenido en cuenta los estudios que advierten que los niños son especialmente susceptibles al humo del tabaco porque ni sus pulmones ni sus vías respiratorias están plenamente formados para 'defenderse' de la nicotina y otros ingredientes dañinos. La nota pública del consejo de Redbridge advierte que tienen mayor riesgo de asma, neumonía, bronquitis, otitis e incluso muerte súbita.
La decisión de este municipio no ha sido única, ya que el consejo de Essex ya ha dicho que podría seguir los pasos de sus vecinos y en la costera Southend-on-Sea se plantean endurecer las actuales restricciones, que ya prohíben alojar a menores de cinco años en casas de fumadores.
Las críticas a esta medida no han venido sólo desde los colectivos de fumadores, sino que la red nacional que gestiona el acogimiento infantil -no las adopciones legales- en Reino Unido (Fostering Network) ha expresado también su preocupación porque la medida pueda excluir a familias válidas para cuidar temporalmente de niños que lo necesiten mientras sus propios padres biológicos no pueden hacerlo.
"Creemos que es un buen movimiento para crear un ambiente libre de humo en el que alojar a los niños, pero no estamos de acuerdo con una prohibición generalizada a todos los fumadores. Si una persona tiene las cualidades adecuadas para ser un padre de acogida, no deberíamos descartarle sólo porque se fume un cigarrillo en el jardín al final del día. Acoger va de algo más que de fumar", ha señalado crítico un portavoz de esta organización no gubernamental.
Por eso, esta organización se muestra más partidaria de evaluar caso por caso, y de una prohibición limitada únicamente a las familias que vayan a atender a niños menores de cinco años.
Los fumadores, por su parte, consideran que esta decisión es un nuevo intento de 'estigmatizarles' y critican que se pretenda decir a los cuidadores "como vivir su vida", según el grupo pro-tabaco Forest. "Esta medida tiene implicaciones peligrosas", asegura un portavoz de este grupo, "parece querer decir que los fumadores no pueden ser buenos padres, y eso es totalmente inaceptable".
Sin embargo, durante el proceso de debate previo a la aprobación de esta norma, varios niños acogidos también opinaron sobre la prohibición y en su mayoría se mostraron partidarios de no ir a hogares de fumadores. Once de los 17 entrevistados aseguraron en el mes de junio que animaban a sus familiares y amigos a dejar de fumar.
Desde | El Mundo
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