¡Enhorabuena! estás embarazada y las hormonas comienzan a tomar posesión de tu cuerpo. Ellas regirán, aunque no lo quieras, tu vida, tu estado de ánimo y buena parte de tu comportamiento durante las próximas 40 semanas. Y posiblemente también tu apetito o desgano sexual.
Hay tantas tesis sobre el sexo durante la gestación como embarazos ha habido a lo largo de la historia. Se presume desde un aumento desaforado de la pasión, hasta la más total apatía. O todo ello, pero por fases.
Hay mujeres que se sienten más sexys con las nuevas redondeces que el cuerpo adquiere, pero están también las que pueden sentirse incómodas. Maridos ardorosos ante la venus de la fecundidad con la que comparten la cama y esposos que temen lastimar al bebé o a la madre. Sí, de todo hay.
El bebé está protegido
¿Se puede lastimar al bebé? No, no y no. ¡De verdad! Tu hijo está bien protegido flotando en su saco de líquido amniótico dentro del útero, que a su vez está sellado por el tapón mucoso. Obviamente, durante el embarazo no es lo más adecuado que hagan el amor sobre un toro mecánico en marcha, pero seguro que eso ya lo sabes (o te lo imaginas).
Por lo general, muchas mujeres coinciden en que el segundo trimestre de la gestación es en el que más disfrutan de su vida sexual, mientras que el primero y el tercero pueden ser más problemáticos.
Cuando comienza el embarazo, la mujer puede percibir un menor deseo —llegando a ser nulo, incluso— debido a las náuseas y vómitos, al tremendo sueño que siente a cualquier hora del día y al temor a sufrir un aborto, pero también porque se siente abrumada con todos los cambios que ya ha comenzado a experimentar su cuerpo, o simplemente porque los pechos le duelen a rabiar.
Mientras, en el último trimestre, el volumen de la pancita puede hacer desistir a la pareja, además de que se incrementa el miedo a dañar al bebé, aunque éste sigue igual de protegido que durante los meses previos. Los ginecólogos recomiendan, sin embargo, evitar las relaciones durante las dos últimas semanas de la gestación.
Pero, ¿y en el segundo trimestre? Bueno, durante ese periodo, las hormonas están más asentadas, las náuseas y el sueño incontrolado han concluido en la mayoría de los casos, y las redondeces todavía no son tan estorbosas como para requerir acrobacias en la relación, lo que lo convierte en la etapa perfecta para el sexo.
Aún más sexy
Por cierto, y aunque suene obvio, hay parejas que mejoran su vida sexual durante el embarazo porque... ¡ella ya no puede quedar embarazada! E incluso, según explica la experta en familia y maternidad Vicki Iovine, en su libro Nueve meses y nueve mil dudas (editorial DeBolsillo), algunos hombres ven “reforzada” su masculinidad y su autoestima tras haber engendrado un bebé, y esto se refleja positivamente en la relación.
La sexualidad femenina aflora durante el embarazo debido a que la sensibilidad no aumenta sólo en los pechos, sino en los genitales, que crecen ligeramente de tamaño, ya que el flujo sanguíneo hacia esta zona es mayor.
¡Socorro, tengo contracciones!
Algo que ocurre con frecuencia y que puede provocarte un tremendo sobresalto es la aparición de contracciones del útero tras un orgasmo. No te asustes, es normal y no significa que estés en trabajo de parto. Además, entre los componentes del semen se encuentran las prostaglandinas, hormonas que estimulan las contracciones.
En qué casos no debes mantener relaciones sexuales estando embarazada: si tienes un historial de abortos espontáneos, placenta previa o baja, cérvix incompetente, si sufres de rotura de la bolsa amniótica, riesgo de parto prematuro o si el tuyo es un embarazo múltiple.
Desde | El Universal
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