La razón: la vitamina D absorbida por las madres en el embarazo.
La información proviene de un estudio de una universidad inglesa llevado a cabo con 7.000 adolescentes.
La media de altura y de fortaleza de altura era mayor en los chicos nacidos en esta época de año que los nacidos en invierno o primavera.
Los bebés nacidos entre el final del verano y el comienzo del otoño son, a menudo, "más altos y fuertes que aquellos que llegaron al mundo en primavera o invierno". A esta conclusión han llegado investigadores de la Universidad de Bristol en el Reino Unido, que cotejaron datos de más de 7.000 jóvenes ingleses nacidos en distintas épocas del año.
La diferencia en la constitución física entre unos y otro se debería, según los investigadores, a la exposición al sol durante el embarazo de las madres, mayor en estos períodos, que facilitaría la absorción de vitamina D, esencial para el crecimiento óseo.
Según el estudio, recogido por la cadena de televisión BBC, con 10 años, los chicos nacidos durante los meses de verano y otoño son "medio centímetro más altos que sus contemporáneos" nacidos en otras estaciones, así como poseen huesos más fuertes. Según Jon Tobias, uno de los investigadores encargados del estudio, “unos huesos anchos son un seguro frente a las enfermedades como la osteoporosis en la época adulta”.
Como solución para aquellas madres que lleguen a los últimos meses de gestación en épocas donde el sol apenas se deja ver, los científicos les “recomiendan consultar con el médico la posibilidad de tomar suplementos de vitamina D, principalmente si el nacimiento de los hijos está previsto entre noviembre y mayo”.
Desde | 20 minutos
2 comentarios:
holaz! muy bonito blog aunq yo tngo 16 años.... bueno besitos!!
Gracias Anto... te faltan muchos años para ser mama, ok? :D
Publicar un comentario