Argentina: Hospital Zonal General de Agudos Magdalena V. de Martínez: donde las mamás y los bebés son la prioridad

La madre golpea a la puerta de la oficina de la asistente social. Tiene 19 años y un hijo de 11 días en sus brazos.

-No tiene papá -dice, con algo de timidez-. Yo estuve internada dos veces, porque tenía convulsiones en el embarazo. Pero me operaron acá, y salí bien. Mi nene pesaba poco, pero ya está mucho mejor.

En el piso de abajo del Hospital Zonal General de Agudos Magdalena V. de Martínez, de General Pacheco, en el partido de Tigre, está el sector de imágenes. Con un resonador y un tomógrafo de última generación, es el más complejo de la provincia de Buenos Aires. Allí se realizan a diario estudios para pacientes de otros 20 hospitales, que luego se envían a través de la Web. Sin embargo, para los médicos, "hacer diferencia" en la medicina de hoy no es aportar tecnología, sino trato humanizado.

En eso están en la sala de Neonatología. Esta mañana hay dos mamás con sus bebes prematuros, pequeñísimos, frágiles, apoyados contra su pecho, entre el torso desnudo y la ropa que las cubre. "Es muy linda la experiencia porque sentís el calor del bebe", dice Claudia, la mamá de una beba que nació con 35 semanas. Su testimonio puede verse en un video que muestra cómo se trabaja aquí con el Método Madres Canguro" (ver aparte), por el que el hospital obtuvo el premio Mario Gutiérrez Leyton, de la Sociedad Argentina de Pediatría, en 2008.

Cuerpo a cuerpo. Así se las ve a todas. "Esta sala está totalmente equipada, como cualquier maternidad de excelencia del mundo -dice el jefe del sector, el doctor Eduardo Duro-. Sin embargo, más allá de lo tecnológico, el método de las madres canguro es beneficioso porque fomenta el vínculo entre la madre y el hijo, lo que trae enormes beneficios en la evolución".

La directora ejecutiva es la doctora Alejandra Fontao (42), la primera mujer al frente de la institución en los 108 años de vida de este hospital.

"En la provincia de Buenos Aires, somos los únicos en utilizar este método, que surgió hace algunos años en Colombia. Con él, ayudamos a evitar el abandono, sobre todo en el caso de las madres adolescentes, que se entusiasman con los cuidados, y que además pueden quedarse en una residencia para madres mientras sus bebes están internados", dice la médica, mientras recorre las salas de pediatría, pintadas de diferentes colores y con cortinas con motivos infantiles.

En este distrito, "el 55% de la población no tiene cobertura social. Aquí tenemos 3500 partos anuales, y por suerte logramos que todos los bebes salgan con su DNI, lo que les garantiza la inclusión social", agrega, justo frente a la oficina del registro civil del hospital.

-¿Cuál es la problemática de las mujeres de bajos recursos de esta zona?

-La maternidad adolescente implica toda una problemática. Y, aquí, el 25% de los partos son de chicas de 15, 16 o 17 años. Otro de los temas es la violencia. Frente al hospital se abrió una Comisaría de la Mujer, y en nuestro servicio de guardia tenemos psicólogos que se encuentran a diario con situaciones de abuso sexual, de alcohol y drogas. Hacemos profilaxis en los casos de violaciones, que son frecuentes, articulando el seguimiento con el municipio.

-¿Y el aborto?

-Como ya se sabe, es la primera causa de muerte materna.

Cerca de la maternidad, un cartel está escrito en quichua: Makis llimpus saniachin vidasta (manos limpias salvan vidas). El 25% de las madres que se atienden en el hospital provienen de otros países, o de zonas donde se habla esta lengua, pero viven en la Argentina, "pagan sus impuestos y tienen hijos argentinos", enfatiza Duro.

-¿En qué se avanzó, a pesar de los contrastes?

-Hace diez años, la anticoncepción no existía para las mujeres pobres. Todo dependía de su voluntad. Ahora las cosas cambiaron -dice Fontao-. De todos modos, falta mucho por hacer. El tema está asociado a numerosos mitos.

-¿Cuáles?

-La fantasía adolescente de que no se puede quedar embarazada en la primera relación sexual. O esas frases de las mujeres que, después de parir, dicen: "Hasta que mi marido me agarre de nuevo...", pensando que no quedarán nuevamente embarazadas en forma inmediata. O las que utilizan un DIU con miedo, y piden: "No le vaya a decir a mi marido que uso esto".

-¿Existe una manera femenina de gestionar una institución de salud?

-Supongo que sí. En 108 años de historia de este hospital, soy la primera. Me pongo un poco obsesiva con la atención de la gente, con que seamos eficientes, con que funcione el aire acondicionado y todo esté limpio. Peleo para conseguir las cosas, más allá de cualquier crítica. Y lo que más me importa es el trato humanizado.

Esto dice Fontao, mientras recorre los pasillos, y se cruza con algunas de las jefas mujeres de los servicios del hospital, "como la jefa de Quirófano, Liliana Ferrari -cuenta Fontao-, un puesto tradicionalmente masculino", que aparece en escena justo al salir de una cirugía. A su lado, Teresita Galindo, instrumentadora, bromea: "Chicas, yo me voy. Tengo cosas que hacer. Si existe un lugar donde hay laburo, ese lugar es este quirófano".

Por Valeria Shapira


Mamás canguro

El Método Madres Canguro (MMC) consiste en mantener al recién nacido de bajo peso recostado en posición de rana sobre el pecho de su mamá o papá.

El bebé está apenas vestido, para evitar la pérdida de calor.

La incubadora sólo puede ser remplazada por este método -calor humano- cuando el único problema del bebe es la termorregulación.

El contacto fomenta el apego temprano y continuo entre la mamá y el bebe.

Facilita la lactancia materna, por lo que ofrece ventajas considerables en casos de morbilidad grave.

Es un método de atención en cualquier entorno, incluso donde se dispone de costosas tecnologías.

Fuente: OMS

Desde | La Nacion - Argentina