El desarrollo de tu bebé
El pequeño y arrugado feto que has visto en ecografías anteriores se ha convertido en un bebé casi regordete. Hay grasa acumulada en las mejillas de su bebé y los poderosos músculos para succionar ayudan a que la cara de su bebé se vea rellena. Tu bebé pesa ahora un poco menos de 2 kilos, 721 gramos).
Los huesos que forman el cráneo del bebé pueden moverse uno con relación al otro y superponerse mientras la cabeza del bebé esté dentro de tu pelvis. Este fenómeno permite que la cabeza se abra paso a través del canal de parto. No te sorprendas si tu bebé nace con una cabeza puntiaguda o deforme. Después de unas horas o días, tu bebé recuperará la forma redondeada.
Está perdiendo poco a poco el vellito que lo cubría durante las semanas anteriores, así como la sustancia cremosa (vernix caseosa) que ha recubierto su piel durante todo el tiempo que ha estado flotando en el líquido amniótico. Junto con el líquido amniótico que traga, el bebé también traga la vernix caseosa y el vello que pierde, además de otras secreciones. Toda esa mezcla, que tiene un color negro o verde muy oscuro y se llama meconio, formará su primera evacuación (¡No te asustes cuando le cambies los primeros pañales y los encuentres negros!)
Al final de esta semana, el bebé habrá llegado a término. Los bebés que nacen antes de las 37 semanas se consideran prematuros y los que nacen entre las 37 y las 42 semanas, a término.
Tu cuerpo
A partir de esta semana, es posible que comiences a ver a tu médico cada semana. Tu médico o partera pueden realizarte un examen interno para determinar si el desgaste cervical (reducción del grosor del cuello del útero) o la dilatación (abertura del cuello del útero) ha comenzado. También puedes sentir que el bebé se ha encajado en la pelvis preparándose para el parto. Es posible que vuelvas a tener apetito, ya que el bebé no está presionando tanto su estómago y sus intestinos, y si has tenido acidez, te sentirás más aliviada gracias al descenso del bebé.
Olvidarte de las cosas es normal durante el último trimestre. También es posible que sientas que las contracciones de Braxton Hicks sean un poco más frecuentes. Éste es un buen momento para que preguntes a tu médico qué hacer si crees que el parto ha empezado. Si tienes señales de parto esta semana, llámalo de inmediato, porque el bebé se considera prematuro hasta la semana 37. También debes llamarlo enseguida si rompes aguas, pierdes líquido amniótico, notas que el bebé ya no está tan activo o si tienes hemorragia vaginal, fiebre, dolores de cabeza muy fuertes, dolor abdominal o cambios en la visión.
Desde | K.H
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