El azul ya no es sólo para los niños y el rosa para las niñas. La estancia destinada al bebé ha abandonado los códigos tradicionales de decoración. Hoy contamos con un catálogo tonal mucho más tolerante y con diseños que motivan su curiosidad. Además, los muebles actuales son versátiles al máximo, cumpliendo años con el niño.
Un nuevo miembro de la familia está a punto de tomar posesión de una de las partes del hogar en la que más sentimientos y esfuerzos se han volcado. La estancia en la que ubicamos al más joven de la casa debe contener unas piezas de mobiliario básicas, pero que han evolucionado abriendo su carta cromática y aumentando el número de funcionalidades, ayudando a tu bolsillo y a su imaginación.
Además de amueblar este espacio de ensueño, al niño no deben faltarle complementos y accesorios que ayuden positivamente a su experimentación sensorial. La existencia de un rincón dedicado al juego es fundamental, por lo que se recomienda incluir elementos lúdicos suficientes para contribuir a la evocación de un mundo de fantasía donde sólo él es el héroe.
Otros aspectos prioritarios guardan relación con el logro de una iluminación que sugiera calidez, la resistencia y seguridad de los muebles, la necesidad de sistemas de almacenamiento que inviten a tenerlo todo organizado, etc.
Las tonalidades llamativas pisan fuerte dentro del escenario infantil: verde-pistacho, naranja, turquesa... La asociación de la madera natural y estos colores rompedores prometen al niño sensaciones de enorme contraste que se alejan definitivamente del omnipresente blanco apagado. Los coordinados para canastilla admiten casi todas las opciones.
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