martes, 5 de enero de 2010

Fístula Obstétrica, herida desconocida

La fístula obstétrica es una de las heridas más serias que pueden ocurrir durante el parto y se produce cuando un parto prolongado, por cualquiera sea la razón, no recibe el debido tratamiento. La cabeza del bebé golpea contra el tejido de la pelvis de la madre durante varias horas o hasta días, eventualmente interrumpiendo el flujo de sangre a estos tejidos. Pronto estos tejidos mueren,dejando una abertura que conduce de la vagina a la vejiga o al recto. Esto resulta en una pérdida constante de orina (de la vejiga) o de materia fecal (del recto).

Consecuencias a largo plazo

En más de nueve de cada diez casos el bebé no sobrevive el largo parto. La víctima de esta horrible herida huele constantemente a orina y, por lo tanto, es rechazada por su esposo y su familia. El parto obstruído es más común en mujeres jóvenes las cuales aún no se han desarollado a su estatura adulta. Con mucha frecuencia, estas mujeres aún en su adolescencia lamentan la pérdida de su primer bebé, doloridas por el rechazo de su esposo y familia, enfrentando un futuro incierto, solas y aisladas de todo su mundo querido.

Actualidad

Nadie sabe realmente cuántas víctimas de fístula hay en el mundo. Sólo en Africa se estima que existen por los menos entre 1.5 a 2 millones. En las zonas más pobres de Africa, Asia y Sudamérica existen millones de mujeres que sufren este problema en silencio.

Es remediable?

Dependiendo del tiempo que pase entre el momento de la lesión y cuando la mujer acuda a un médico se podrá aplicar un tratamiento u otro. Durante los tres primeros meses se puede lograr la cicatrización espontánea de la comunicación si esta es pequeña mediante drenajes y catéteres.

Más tarde, la solución es la cirugía, que tiene unos altos porcentajes de éxito (80-95%) en la primera operación. Algunas pacientes requieren más de una intervención, aunque las posibilidades de recuperación disminuyen.

Pero la meta no es únicamente cerrar la fístula sino lograr recuperar la función normal del tracto urinario inferior y el resto de estructuras pélvicas, algo más complicado. Por desgracia, un porcentaje considerable de mujeres (16-32%) continúan siendo incontinentes tras la cirugía.

Desde | TILZ

La nota fue extraida del link anterior. Si tienes dudas o sugerencias sobre derecho de autor favor de remitirse a la liga mencionada con anterioridad.

No hay comentarios: