Hasta hoy, persiste cierta controversia sobre los efectos no deseables de la epidural, pero entre los trabajos de investigación realizados, ninguno aporta datos contundentes, salvo un incremento razonable en el numero de aplicación de fórceps, posiblemente por una ineficaz colaboración materna en el periodo expulsivo.
La ventaja absoluta de éste método de analgesia es su consecución, con dosis bajas de fármacos que hace más remoto el riesgo de toxicidad. Por otra parte la mujer vive su parto felizmente, si no lo consigue por otros métodos no farmacológicos.
Las posibles complicaciones, algunas de incidencia muy baja, son: hipotensión materna con descenso de la frecuencia cardiaca fetal, reacciones alérgicas, punción accidental de la membrana meníngea (duramadre), hematomas en la zona epidural y las infecciones meníngeas.
Las contraindicaciones absolutas para aplicarla son: infecciones en la zona de punción, trastornos de la coagulación, presión intracraneal elevada y alteraciones muy importantes de la estructura de la columna vertebral en la zona de punción.
La anestesia, un objetivo a conseguir
Para algunas mujeres la utilización de la anestesia se convierte en su principal objetivo para el parto. De tal manera que si al llegar al hospital está tan avanzado que no se le puede poner se sentirá muy frustrada.
Luego, si lo analiza, comprenderá que lo mejor de la epidural no es usarla, sino saber que la tenemos cuando la necesitamos. En medicina, particularmente en obstetricia, el mejor tratamiento es el que no se pone.
Si solicitas la epidural recuerda que no te la pondrán hasta que el parto esté debidamente instaurado, con unos tres centímetros de dilatación del cuello uterino.
Las contracciones de borramiento y fase latente del parto no tienen porqué ser muy molestas. Podrás aguantar bien hasta el momento del tratamiento.
Otras alternativas no farmacológicas
Masajes en la zona lumbar para rebajar la tensión excesiva de los músculos, en parte responsable del dolor, y en el resto del cuerpo para estimular la secreción de neurotransmisores analgésicos como son las endorfinas. Además apoyo emocional incondicional por parte de la persona que ella elija.
En Estados Unidos empieza a proliferar una figura femenina que se llama “doola”, que contratan algunas mujeres para que las acompañe en el parto y le proporcione dichos masajes. Esta mujer no es profesional de la salud ni interfiere en la conducción del parto por los obstetras o enfermeras obstétricas.
En estudios realizados con grupos de parturientas que fueron acompañadas de “doolas”, se observó un descenso importante en la petición de anestesia por parte de las madres, en comparación del grupo que no fue acompañado de ésta forma.
Homeopatía
Para ayudar en el necesario equilibrio emocional y por posibles efectos físicos favorecedores de la dilatación.
El equipo de matronas de Pithiviers (Francia) utiliza éste método asegurando que los partos son más rápidos y menos dolorosos.
Sofronización
Relajación profunda y otras técnicas de entrenamiento prenatal hacen posible que el parto se produzca con dolor muy tolerable. Acupuntura como alternativa es lo más relevante, en nuestro medio, de la medicina china para bloquear los canales de la transmisión del dolor.
Estimulación (terapia lumbar de reflejo) de terminaciones nerviosas periféricas, en la zona lumbar, que “distraen” los canales de información al cerebro de las terminaciones profundas.
Parto en el agua, o mejor parte del periodo de dilatación. El agua caliente (37º) ejerce un efecto relajante e indirectamente analgésico al disminuir la tensión física.
Terapia sacro-craneal
Técnica osteopática que armoniza el estado somato emocional a través del ritmo sacro-craneal combinando con la aplicación de energía direccional o tacto curativo. Estas técnicas tienen efectos muy beneficiosos para las molestias de espalda durante el embarazo y la recuperación post-parto.
También son aplicables al recién nacido. Muchas matronas están incorporando estos conocimientos a su formación continuada, pensando en incrementar la calidad de sus cuidados a la madre y al hijo. En todo caso, puedes probar alguna alternativa no farmacológica, si esa opción te preocupa, y si no te funciona, siempre tendrás la epidural, si no hay contraindicación.
La obstetricia moderna
Por razones profilácticas o de patologías severas de la madre o del hijo, es más agresiva que hace veinte años. Los partos inducidos son cada dia más frecuentes y en muchos casos más dolorosos que si se producen de forma espontánea. Por tanto precisan más tratamientos.
Por último, un elemento que te sirve de ayuda para manejar tu parto es el acondicionamiento de tu cuerpo y mente. No pienses en improvisar, por mucho arte que tengas. Prepárate con tiempo de manera integral porque el parto es para ti una carrera de fondo y para el niño una carrera de obstáculos. Recuerda que depende, en gran parte, de ti el desarrollo del parto y sólo puedes parir tú.
Desde | Terra España
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