Aunque la cantidad de niños pequeños que se ahogan luego de tragarse un cuerpo extraño es relativamente baja, el riesgo de muerte en esos casos es real, según señala la investigación más reciente.
"En esos casos, la mortalidad es cercana al tres por ciento", señaló el Dr. Rahul K. Shah, autor del estudio y otorrinolaringólogo pediatra del Centro Médico Nacional Infantil de la Facultad de medicina de la Universidad de Washington, ambos en Washington D. C.". Eso, de hecho, es bastante alto. Además, es frustrante porque ha sido así por mucho tiempo".
"Yo le recalcaría a los padres que la amenaza para los niños es real", advirtió. "Yo tengo dos hijos y me obsesiona cómo se alimentan, lo que comen y lo que esté al alcance de su mano. Cualquier niño de cualquier familia en cualquier lugar se puede atragantar".
El cálculo actual del riesgo surgió de un análisis de registros hospitalarios estadounidenses sobre tres millones de pacientes pediátricos que fueron dados de alta de más de 3,400 hospitales en 2003. De esos, unos 2,800 habían recibido atención médica por obstrucción de las vías aéreas causada por un cuerpo extraño, que en el 42 por ciento de los casos era un alimento.
El promedio de edad de los pacientes que sufrieron ahogamiento fue de poco más de tres años, aunque más de la mitad eran menores de dos.
Cada año, unos 2.5 millones de niños estadounidenses experimentan un incidente de ahogamiento luego de consumir una sustancia extraña de algún tipo, anotaron los autores, lo que causa más de 2,000 muertes, la mayoría entre niños menores de 3 años.
"Los padres deberían tener en cuenta estos hechos y tomar precauciones", señaló Shah. "¿Qué se puede hacer para prevenir esto? Corte la comida de su hijo en trozos muy pequeños. Esto enloquece a mi esposa. Ella corta las uvas en mitades y en cuartos, pero yo las quiero cortadas en octavos. Es incómodo, pero las posibles ventajas realmente valen la pena".
Hace unos meses, la Academia Estadounidense de Pediatría hizo un llamado al rediseño físico de varios alimentos comunes, como salchichas y caramelos, para reducir el riesgo de ahogamiento pediátrico. Además de recomendar un cambio en la forma de los alimentos cilíndricos, la academia también sugirió nuevas etiquetas de advertencia en todos los empaques de alimentos de alto riesgo, como caramelos, maní, nueces, mantequilla de maní y salchichas, para advertir a los padres sobre el riesgo de ahogamiento de los más pequeñitos con estos alimentos.
"Sin embargo, queda la cuestión de juguetes inorgánicos que no son alimentos, que afecta a niños mayores", agregó Shah. "Hay que alejarlos de su alcance. Sólo por tener un hijo que está aprendiendo a caminar, no se debe suponer que ya no se va a ahogar con determinado objeto".
El Dr. Lee Sanders, profesor asociado de pediatría de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, celebró que se hubiera realizado el estudio porque genera reconocimiento del asunto.
"Sin embargo, yo diría primero que los que estamos en esto de prevenir lesiones sabemos que hay una cantidad considerable de niños que sufren un incidente de ahogamiento y sobreviven sin necesidad de acudir al hospital", anotó. "Además, si se incluyen, cosa que este estudio no hace, se reduce el porcentaje de niños que mueren por ahogamiento. Entonces, yo tendría la precaución de tener esto en cuenta y no darle demasiada importancia a los porcentajes de niños que mueren".
"De todos modos, estos hallazgos coinciden relativamente con lo que yo esperaría", reconoció Sanders. "Además, se ha sabido por bastante tiempo que uno de los casos más graves de lesión entre niños pequeños, sobre todo en los primeros dos años de vida, es el ahogamiento. Entonces, ciertamente es importante que los padres tengan esto en cuenta".
"Desde la infancia, recomendamos que no se deben dejar objetos en la cuna", anotó Sanders. "Además, en cuanto el niño crezca un poco, usualmente alrededor de los seis meses, ya pueden agarran objetos con la mano. Así es como los pequeñitos empiezan a explorar el mundo, metiéndose cosas a la boca. Entonces, recomendamos lo que llamamos la prueba del tubo de papel higiénico. Si un objeto puede pasar a través del tubo de un rollo de papel higiénico, entonces es demasiado pequeño para estar al alcance del niño".
"Y, finalmente, lo otro que los padres deben reconocer es que estos incidentes de ahogamiento no ocurren en un instante", agregó. "Usted puede estar con el niño y en cuestión de segundos se mete algo a la boca y se ahoga en su presencia. Por eso, es importante que estos objetos no estén a su alcance, no solo si no están bajo su supervisión, sino también con ella".
Desde | HealthDay News/DrTango
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