En la Argentina, cada año se les podría salvar la vida a 2116 bebes prematuros si las unidades neonatales de cuidados intensivos de los hospitales del país contaran con entre 5000 y 7000 enfermeras especializadas en la atención de esos pequeños que llegan al mundo con menos de 1500 gramos de peso.
"En estos momentos, en que los recursos humanos son críticos, no tendríamos que estar pensando tanto en los avances tecnológicos, sino concentrarnos más en contar con el recurso humano bien entrenado. La principal diferencia con los buenos servicios de neonatología, ya sean privados o públicos, es la cantidad y la calidad de los recursos humanos", sostuvo el doctor Néstor Vain, secretario de la Fundación para la Salud Materna Infantil (Fundasamin) y profesor de pediatría de la UBA.
Ayer, durante una conferencia de prensa sobre el impacto de las infecciones respiratorias en los menores de un año, el especialista presentó también los resultados de un análisis de la atención de los bebes que nacen antes de la 37a. semana de gestación (un embarazo a término dura alrededor de 40 semanas).
De los 700.000 nacimientos que ocurren cada año en nuestro país, un 8 al 10% es de bebes prematuros (con menos de 2500 gramos). Y aunque apenas el 1% nace antes de la 30a. semana de gestación y con menos de 1500 gramos de peso, esa cantidad es suficiente como para representar lamentablemente el 33% de la mortalidad infantil anual.
"Aquí muere el 40% de los recién nacidos con menos de 1500 gramos, cuando en los países desarrollados y en los buenos servicios de neonatología públicos y privados esa cantidad no supera el 15% -indicó Vain-. Es decir que en el país la mortalidad de esos prematuros es muy alta. Si todos los recién nacidos tuvieran acceso a un cuidado similar, sólo entre esos prematuros pequeños morirían 2116 bebes menos por año. Es decir, pasaríamos de 3400 a unos 1260 fallecimientos."
Si bien medidas como la reducción del embarazo adolescente, los controles prenatales y la proximidad al centro de atención son factores que mejoran el pronóstico de un nacimiento prematuro, el pediatra y neonatólogo apuntó a la calidad de la atención dentro de la unidad de cuidados neonatales. Para Vain, aumentar la cantidad de las enfermeras especializadas permitiría reducir un 25% la mortalidad de los prematuros.
"Además de que todo en el hospital funcione adecuadamente, es necesario disponer de personal de enfermería suficiente para que haya una o dos enfermeras por cada prematuro grave en incubadora asistido con respirador; una enfermera por cada dos bebes sin asistencia respiratoria, y uno cada seis prematuros en la etapa en la que busca que ganen peso", precisó el pediatra y neonatólogo.
Desde | La Nacion
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