Inducir el parto eleva el riesgo de cesárea en más del doble, de acuerdo con un estudio reciente que puso algunas cifras inflexibles a una relación de la que los expertos sospechaban desde hacía tiempo.
"La inducción del parto duplica el riesgo de cesárea", dijo la autora del estudio, la Dra. Deborah Ehrenthal, directora de los programas de salud para la mujer del Christiana Care Health System en Newark, Delaware, y profesora asistente de medicina familiar de la Facultad de medicina Jefferson de la Universidad Thomas Jefferson de Filadelfia. La investigación aparece en la edición de julio de Obstetrics & Gynecology.
Muchas de las decisiones que se toman para inducir el parto son médicamente necesarias, tales como los casos en los que es más seguro provocar el parto que continuar con el embarazo. Sin embargo, muchas inducciones son "optativas", dado que las solicitan generalmente las mujeres o sus médicos, también encontró Ehrenthal en su estudio. "Existen preocupaciones de que los partos se programen e [induzcan] por razones que no son médicas".
Entre ellas, destacó, algunas mujeres optan por la inducción del parto cuando sus parejas están disponibles, por ejemplo cuando regresan a casa después de un viaje de negocios.
"Necesitamos comprender que esto no está exento de riesgos", señaló Ehrenthal con respecto a las inducciones optativas y al riesgo elevado de cesárea. "Las madres afrontan riesgos significativos con las cesáreas".
En su estudio, Ehrenthal se centró en 7,804 mujeres que dieron a luz por primera vez a un bebé a término, entre la semana 37 y 42.
Encontró que el parto se indujo en el 43.6 por ciento de las mujeres y que el 39.9 por ciento eran inducciones electivas.
Luego Ehrenthal analizó las mujeres que se sometieron a una cesárea y encontró que usar la inducción del parto (ya sea electiva o no) aumentó las probabilidades de tener una cesárea en más de 2.6 veces.
Dicho de otra forma, "el 20 por ciento de las cesáreas se atribuyeron a la inducción del parto, fuera esta electiva o no", apuntó Ehrenthal. "Debemos estar un poco menos dispuestos a hacer una inducción".
Del 43.6 por ciento de las mujeres se sometieron a la inducción del parto, dijo que "se trata de una tasa de inducción muy alta".
Las inducciones del parto son cada vez más comunes, apuntó la Dra. Caroline Signore, gineco-obstetra del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., que escribió un comentario acompañante.
En 1990, apenas al 9.5 de las mujeres estadounidenses se les inducía el parto, escribió, pero esa cifra había aumentado a 22.5 por ciento para 2006.
El nuevo estudio, dijo, pone un número a lo que los expertos sospechaban, que el aumento en la inducción del parto conduce a un mayor número de cesáreas, que ahora alcanza el máximo histórico del 32 por ciento de los partos en Estados Unidos.
Las inducciones electivas no se deben realizar antes de las 39 semanas de gestación, de acuerdo con las recomendaciones del American College of Obstetricians and Gynecologists, pero esta directriz no se sigue de manera rigurosa, apuntó Signore. En el estudio, a algunas mujeres se les indujo el parto tan pronto como a las 37 semanas.
En el 37 por ciento de los partos inducidos, el cuello uterino de las mujeres no estaba lo suficientemente preparado, encontró Ehrenthal.
Tener una cesárea también eleva las probabilidades de tener otra cesárea en partos futuros. "Las nuevas evidencias muestran un mayor riesgo junto con el aumento en el número de cesáreas. Evitar la primera cesárea puede detener esa cascada", y reducir las inducciones electivas del parto es una forma de hacerlo, señaló.
Desde | HealthDay News/DrTango
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