Hacer ejercicio es una de las formas más seguras de evitar los dolores de espalda, pero si ya los tienes, prueba alguna de estas sugerencias:
• Toma un baño templado o utiliza un paño seco caliente en la espalda (puedes calentarlo con la plancha). A algunas personas les funcionan mejor los paquetes de hielo.
• Evita cualquier actividad, como aspirar o fregar el suelo, que requiera que te inclines hacia delante y que gires tu cuerpo al mismo tiempo.
• Pide cita para un masaje prenatal con un terapeuta cualificado.
• Utiliza una almohada en forma de cuña para embarazadas mientras duermes, para darle apoyo al abdomen.
• Si te sientas durante largos periodos de tiempo, utiliza una silla ajustable e inclina el frente de la silla hacia adelante.
• Intenta hacer ejercicios de pelvis: Recuéstate sobre la espalda, con las rodillas flexionadas y los pies planos. Inhala aire y deja que el abdomen se expanda. Exhala y eleva el coxis (hueso de la rabadilla) hacia el ombligo. Mantén las caderas en el suelo. Cuando estés en el punto máximo de elevar el coxis, aprieta los glúteos (los músculos de las nalgas), y luego relájalos. Repite de ocho a diez veces.
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