Las normas recomiendan no rebasar un máximo de 15% de nacimientos no vaginales, pero en este país se alcanza hasta el 70% en hospitales privados el 40% en públicos.Desde hace 30 años los nacimientos por cesárea son un negocio que ha prosperado en México. En 1990, el país ya duplicaba las cifras recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 20 años después, uno de cada dos niños mexicanos nace por cesárea a pesar de que la norma mexicana NOM 007-SSA2-1993 establece que toda unidad médica con atención obstétrica debe contar con lineamientos para la indicación de cesárea, cuyo índice recomienda no rebasar 15% en los hospitales de segundo nivel y de 20% en los de tercer nivel, en relación con el total de nacimientos.
Sin embargo, las últimas cifras (2007) revelan que la incidencia de cesáreas es de un 70% en hospitales privados y un 40% en hospitales públicos, convirtiendo a México en el tercer país con más cesáreas en el mundo, después de Italia y Chile, sin que hasta el momento se obligue a los hospitales a cumplir con la norma, la principal razón es que la cesárea es un negocio.
Los médicos invierten cinco veces menos tiempo en una cesárea que en un trabajo de parto; además, en promedio cobran 25% más de honorarios. Los hospitales privados cobran entre 35 y 50% más si el nacimiento de un bebe es por cesárea comparado con parto vaginal.
Ya en 2002 un estudio realizado en 126 países, basado en datos del sector salud, revelaba que la tasa estimada de cesáreas en el mundo era de 15%, aunque en América Latina y el Caribe la tasa media fue de 29,2%: México (39,1%), Brasil (36,7%), República Dominicana (31,3%) y Chile (30,7%). Ocho años después, las cifras están a la alza; sumando las del sector privado y público, revelan que uno de cada dos niños está naciendo por cesárea.
Causa más frecuente de siniestros
Las aseguradoras no reportan números rojos por esa tendencia, pues según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) generalmente en la cobertura por parto y cesárea se define una Suma Asegurada máxima que es pagada por reembolso, independientemente de cuánto haya gastado el asegurado, ya que en estas pólizas se indemniza con una tarifa máxima establecida sin importar si fue cesárea o parto.
Existen 30 compañías aseguradoras que venden seguros de gastos médicos que cubren el embarazo en parto o cesárea. Para poder cobrar la póliza es necesario que los asegurados tengan más de dos años de antigüedad.
“El costo es el mismo sea cesárea o parto vaginal. El precio depende más del estado de salud y de la edad de la asegurada, pues la función de la póliza es indemnizar los gastos médicos procedente de enfermedades y accidentes cubiertos en la póliza, no cuestionar la práctica médica”, aclara la AMIS.
Aún así, según sus propias cifras, en el 2009 la cesárea fue la causa más frecuente de siniestros, con un 7% del total y un monto promedio de 22 mil 562 pólizas cobradas. Pero no son las aseguradoras quienes están invirtiendo dinero, los principales afectados son los asegurados, pues enfrentan todos los gastos.
Profeco solicitó en marzo de este año información en 47 clínicas y hospitales privados que ofrecen el servicio de paquetes de maternidad para un parto, cesárea y un parto psicoprofiláctico en varias ciudades del país. Encontraron que un paquete para parto iba de los 4 mil 060 a los 23 mil 100, mientras que los precios por cesáreas oscilaban entre los 6 mil 490 pesos a los 34 mil 762 pesos, sin contar honorarios médicos, como ginecólogo, pediatra, anestesiólogo y ayudantes.
Causas que no son médicas
Jesús Lujan, ginecólogo obstetra, especialista en medicina de reproducción humana y director de la clínica pronatal, dice que hoy las cesáreas se condicionan a factores relacionados con la edad, la personalidad, el médico, país o lugar del nacimiento, nivel de vida, medio familiar, círculo de amistades, medios de comunicación y hasta Internet.
“A los padres se les pone de pretexto la cesárea anterior, cualquier cicatriz uterina en general, desproporción céfalo-pélvica que casi siempre es una medida imprecisa, pues no todos los profesionales toman los mismos parámetros para el diagnóstico; a las mamás se les dice que son bajas de estatura y que seguro su pelvis es más pequeña que la cabeza del bebe, que son viejas o mamás añosas y que serán incapaces de aguantar un parto, que el cordón está enredado, que el sexo nunca volverá hacer igual y muchas mentiras más”, dice Lujan.
Esas mentiras son cotidianas desde hace 20 años. En los años 60 en México se hacían 3% de cesáreas, ya para 1990 la tasa había aumentado hasta un 30%; hoy, la tasa oficial de cesáreas llega hasta un 70% en hospitales privados de todo el país, sin embargo, hay médicos como el doctor Luján que aseguran que se está rebasando el 90% a nivel privado.
Aclara que la cesárea puede ser necesaria si existen alteraciones de presentación del bebé, es decir, que venga sentado o atravesado; en una gestación múltiple si es que los bebés no están bien acomodados, pero no siempre es necesario; si se presenta retraso en el crecimiento uterino, es decir, si el bebe tiene bajo peso o bien macrosomía fetal, que significa que un bebe tiene un peso mayor a los cuatro kilogramos.
Además de eso una cesárea también puede requerirse si hay anormalidades fetales, como defectos del tubo neural, sufrimiento fetal, prolapso de cordón (que está muy pequeño), placenta previa o desprendimiento prematuro de placenta, si hay prsencia de condilomas vaginales que obstruyan el paso del bebe por el canal vaginal o si existen enfermedades maternas como preclampsia, diabetes gestacional, cáncer cervical avanzado, herpes genital sintomático.
Desde | El Universal
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