viernes, 2 de octubre de 2009

Niños Menos Obesos Al Consumir Leche Materna

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Mitos como el que si la alimentación del bebé se reduce a la leche materna, la madre nunca conseguirá dormir lo suficiente por la noche; que las mujeres pelirrojas, de piel blanca y ojos azules sufrirán dolor de pezones o que las madres que prolongan la lactancia más allá del noveno mes no podrán dejar de amamantar a sus hijos nunca, son falsos.

Lo que sí es totalmente verdadero es que la lactancia materna es una de las más valiosas herencias que las madres pueden dar a sus hijos.

Ya desde antes del nacimiento debemos decidir qué tipo de alimentación le vamos a dar a nuestro bebé, puesto que, en gran parte, de la firmeza de nuestra decisión y del conocimiento de la técnica de alimentación va a depender el éxito o fracaso de la lactancia materna.

Para tomar una correcta decisión y estar totalmente convencidos de los beneficios que otorga la leche materna es necesario conocer sus cualidades, por lo que el pediatra, Juan Antonio Alvarado Silva, habló no sólo de las ventajas nutricionales, sino de los beneficios digestivos, inmunológicos, psicológicos y económicos que ofrece este líquido.

Nutricionales

La leche materna es la única cuya composición se adapta exactamente a las necesidades nutritivas del recién nacido. Su contenido en proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales y un largo etcétera de nutrientes, es el ideal para su correcto desarrollo.
Como es un elemento vivo, su composición se va adaptando a las diferentes necesidades del niño. La leche no sólo varía a lo largo del crecimiento, si no que su composición se modifica dentro de una misma tetada. Al principio de la misma es más líquida y dulce, lo que sirve para calmar la sed del lactante, según va avanzando la toma, se torna más rica en grasa y va espesando; este hecho tiene gran importancia en la sensación de saciedad y por tanto en la regulación del apetito.

Digestivas

Además de aportar los nutrientes de forma exacta y equilibrada, la leche materna aporta las enzimas necesarias para su digestión. Así la inmadurez natural del aparato digestivo del bebé se ve compensada por la ayuda que le viene de la leche materna, evitando que algún nutriente pueda tener alguna dificultad para ser digerido o asimilado. La temperatura y la concentración son siempre las correctas.

Inmunológicas

El aparato digestivo del niño es una posible puerta de entrada de infecciones. Para evitar la contaminación por bacterias patógenas, la leche materna suministra unos factores inhibidores de crecimiento de estos visitantes indeseables. Por otra parte, en el intestino del niño es conveniente que crezcan unas bacterias beneficiosas que le ayudan en su digestión (Lactobacilo). Pues bien, la leche materna aporta un factor de crecimiento para favorecer el desarrollo de este bacilo fundamental de la flora intestinal.

Psicológicas

La lactancia materna deseada es una de las sensaciones más gratificantes para una madre. La relación íntima que se establece entre madre e hijo refuerza los lazos afectivos de ambos, estableciéndose una vinculación especial que aporta confianza y sensación de protección.

Desde | Diario Vanguardia

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