El desarrollo de tu bebé
Si bien los ojos de tu bebé han permanecido cerrados por los últimos meses, pronto se abrirán y comenzarán a pestañar. Dependiendo de la raza, algunos bebés nacerán con ojos azules o grises azulados (que pueden cambiar de color en el primer año de vida) y otros nacerán con ojos marrones u oscuros. Las pestañas comienzan a crecer y se genera más cabello en la cabeza.
Tu bebé, que pesa un poco más de 907 gramos, todavía se ve arrugado pero continuará aumentando de peso a ritmo constante durante las próximas 14 semanas hasta el nacimiento. Tiene el tamaño aproximado de un pepino largo, mide unos 35,5 centímetros desde la cabecita hasta los talones. Su peso se triplicará desde ahora hasta que nazca, ya que en las próximas semanas irá acumulando grasa muy rápidamente. El bebé necesita toda esa grasa para ajustarse a la temperatura más fría que hay fuera de ese lugar tan calentito donde se encuentra ahora. Además, esa grasa será una fuente de energía y calorías en sus primeros días de vida. Es común que los recién nacidos, especialmente aquellos que son amamantados, pierdan peso en la primera semana (algunas veces hasta un 10 por ciento de lo que pesaban al nacer).
Los nervios del oído del bebé se desarrollan cada vez más y podrías notar que responde con más frecuencia a los sonidos externos. Además, respira de vez en cuando un poco de líquido amniótico para practicar las primeras bocanadas de aire que tomará cuando nazca.
Tu cuerpo
Es posible que tu presión sanguínea suba un poco, hasta llegar al nivel que tenías antes de quedar embarazada (entre las semanas 22 y 24 la presión suele estar en su punto más bajo). Aunque la preeclampsia a menudo aparece en el último trimestre, éste es un buen momento para conocer sus síntomas, pues puede ser peligrosa para el bebé y para ti. Afortunadamente, sólo se da en un 3 a 7 por ciento de todos los embarazos. Los síntomas son una hinchazón repentina en las manos y la cara, un aumento de peso rápido debido a la retención de agua, visión borrosa, ver puntos frente a los ojos, dolores de cabeza repentinos o persistentes, o dolor en la parte superior del cuerpo. Durante las visitas prenatales, tu doctor tomará tu presión y analizará si hay proteína en tu orina. Llámalo enseguida si sientes alguno de estos síntomas.
¿Tienes estreñimiento? Ésta es una de las molestias más comunes del embarazo y la mitad de las embarazadas lo padece porque el sistema digestivo es ahora más lento y el útero presiona el recto. Los suplementos de hierro también pueden estreñirte.
Tu útero le proporciona al bebé un lugar seguro hasta el día del nacimiento. ¿Pero qué ocurre después del nacimiento? Cuando te quieras dar cuenta, tu bebé estará desplazándose de un lugar a otro en su casa. Aprovecha el tiempo ahora mismo para crear un ambiente seguro para el bebé. Tapa los tomacorrientes, elimina los objetos con los que el bebé podría ahogarse, instala detectores de humo y bloquea escaleras. Éstas son algunas de las medidas que debes tomar para la seguridad de su bebé. Toma todas las precauciones que considere necesarias, pero recuerda que la mejor manera de cuidad el bienestar de su bebé es mediante su supervisión.
Durante tu embarazo, tu pareja tiene que hacerse cargo de más tareas para que descanses. Te damos ideas para distribuir el trabajo mejor:
• Habla con él y hagan una lista de todas las tareas de la casa, dividiéndolas en diarias, semanales y mensuales.
• Pon una estrella al lado de lo que es indispensable hacer, como comprar comida, cocinar o lavar la ropa, y distribúyanlas.
Elaborar esta lista le dará una idea a tu pareja de qué tareas te resultan ahora más difíciles.
Desde | K.H
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